Susana Fernández Iglesias es la coautora, junto a Gonzalo Burgos, de un libro que va de premio en premio. «La franquicia. Tratado práctico y jurídico». El primer galardón, en la Feria de Valencia SIF & CO 2010, por parte de la Asociación Española de Franquiciadores. El segundo, hace unos días, en la Feria de Vigo, de la Xunta de Galicia.

-Hay una veintena de empresas asturianas franquiciadoras. ¿Son pocas o son muchas?

-Desde mi punto de vista, muchas menos de las que podrían ser. No todos pueden hacerlo, pero hay mucha empresa asturiana que puede crecer por esta vía y que no lo hace porque a la gente le da miedo.

-Véndame las ventajas de ser franquiciador.

-Es un método para crecer con recursos ajenos y de transmitir tu idea de negocio.

-¿Las ventajas del franquiciado?

-Para alguien que empieza, el sistema es cómodo. Hay marcas que te lo dicen todo, desde el ambientador que tienes que usar en el negocio hasta cómo debe ser el felpudo de la puerta.

-¿Qué relación existe entre el franquiciador y el franquiciado?

-Hay una línea común en el producto y en la relación con los proveedores que beneficia a ambas partes. No es lo mismo comprar a la fábrica para surtir a una tienda que a diez. Hay que aconsejar, guiar, controlar y proteger al franquiciado, pero teniendo en cuenta que se trata de dos empresas jurídica y financieramente diferentes.

-¿Es muy difícil lograr la licencia de una franquicia de las marcas más grandes?

-No lo crea, aunque la mayoría de estas empresas cuidan mucho el paso más complicado, que es la selección de los franquiciados. No es sólo que tengan solvencia económica, sino que hay muchos otros factores. En general, vale más no crecer muy rápido. Influye mucho el sitio. Los grandes difícilmente te van a dar una franquicia si les presentas un local en un barrio periférico.

-Te prestan el nombre de la marca. ¿Y qué más?

-La experiencia y la garantía de una zona en exclusividad. Lo normal es que el franquiciador exija un canon de entrada a fondo perdido, que viene a ser como el derecho a usar la marca. Y después hay alquileres mensuales o porcentaje en las ventas. En España el contrato franquicia no está regulado, así que está vigente la normativa europea.

-¿Y el contrato, por cuánto tiempo es?

-Los plazos varían, según las marcas y la inversión que es necesario llevar a cabo. Suelen ser contratos por cinco años, revisables, pero hay plazos de incluso veinte años.

-¿Cómo intuir que tu empresa puede ser franquiciadora?

-Hay que preguntarse qué se puede ofrecer de nuevo, qué tienes tú que no tengan los demás. Alguna diferencia. No es fácil.

-¿Y el que se decida...?

-Funciona un registro de franquiciadores donde están todos los de España. También hay registros a nivel autonómico.

-¿Cuál es la principal firma franquiciadora del mundo?

-McDonnald's, sin duda. En los Estados Unidos el mundo de la franquicia tiene unas dimensiones insospechadas para nosotros. Hay una estadística que dice que uno de cada dos dólares que se mueven en los Estados Unidos en el pequeño comercio está relacionado con las franquicias.

-¿Y la idea del libro?

-Es un manual que recoge toda la información que existe actualmente sobre el asunto. Nosotros somos profesores de la Escuela de Formación de Garrigues y de la Politécnica de Madrid, y sabemos que este libro, que se puede considerar de texto, ya se está usando en las universidades de Oviedo, de Barcelona y de Deusto; pero, vamos, que cualquier persona puede manejarlo. El lenguaje es muy llano.