Una franquicia es una tutela empresarial y una imagen compartida. El que se mete en el negocio paga por usar esa marca ya consolidada y se beneficia de una idea empresarial que ha funcionado en otros entornos. Tiene, por tanto, buena parte del camino andado, aunque esto no garantice el éxito. Asturias está plagada de franquicias. Los datos del sector llaman la atención: hay unas 70.000 unidades franquiciadas en España, que dan trabajo (en buena medida en el campo de los servicios) a unas 400.000 personas. Cada año se crean tres mil nuevos centros.

En el registro de franquiciadores asturianos hay empresas textiles, de venta automática, hostelería, distribución, consultorías, diseño gráfico, decoración, agencias inmobiliarias y hasta de venta de segunda mano. Todas tienen algo en común: nacen en el Principado. En la lista despistan algunos nombres «anglosajonizados» como la «tienda de fotos» Interfilm o de las hamburgueserías Mike's. La primera nace en Avilés; la segunda, en Gijón. Pura iniciativa familiar.

Desde Gijón conquistando América

La mayor consultora ISO del mundo nació en Asturias hace doce años y ya tiene 180 unidades franquiciadas en España, Portugal, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, México y Colombia. En junio se suma Brasil, y SN Servicios Normativos, que tiene su origen y sede en Gijón, mira de reojo a la América del Norte e incluso a Asia. No es una empresa conocida para el gran público, pero ha batido todos los récords de expansión que se pueden esperar de una empresa asturiana, periférica y compuesta por profesionales jóvenes de la región. Iván Martínez, consejero delegado de SN, se siente orgullo de que «desde Gijón nuestra central asturiana da trabajo a 70 personas que son el soporte a todos los centros que tenemos en el mundo».

SN Servicios Normativos no es una empresa conocida para el gran público, pero ha batido todos los récords de expansión que se pueden esperar de una empresa asturiana, periférica y compuesta por profesionales jóvenes de la región, en un sector de infinitiva competencia. Iván Martínez, consejero delegado de SN, se siente orgullo de que «desde Gijón nuestra central asturiana da trabajo a 70 personas, que son el soporte a todos los centros que tenemos en el mundo».

Se trata de una consultoría en materia de certificados internacionales sobre calidad y medio ambiente, en prevención de riesgos laborales y en formación técnica especializada. Tiene, explica Martínez, una singularidad, y es que sus comienzos son como empresa franquiciada. «Lo hicimos bien, nos convertimos en un referente y acabamos negociando la compra de la marca». Su primera franquicia nació en Cáceres y hoy el grupo empresarial está formado por catorce sociedades, casi todas ellas con sede en Asturias. En medio de la crisis, Iván Martínez da una de sus recetas: no hay que descartar ninguna fórmula de expansión empresarial.

Llanera, kilómetro 0 del imperio de la venta ambulante

Una modesta idea para instalar máquinas expendedoras de snacks y bebidas llevó a José Ramón Fernández a montar una pequeña empresa en Llanera en 1990. Abierto 25 Horas, así como quien no quiere la cosa, está a punto de alcanzar las doscientas franquicias en toda España. La primera nació en Lugones en 1998 y desde entonces el asunto no ha parado de crecer. «Ahora abrimos sólo una media de dos establecimientos al mes, pero es por culpa de la crisis», dice el gerente de esta firma que fabrica buena parte de sus propias máquinas en el polígono de Asipo.

La experiencia por esos mundos le ha servido a José Ramón Fernández para comprobar que «en la calle se vende todo. España es un mercado casi virgen comparado con lo que hay por ahí. Con decirle que en Japón hay máquinas expendedoras de langostas...». Por cada veinte japoneses funciona una máquina de calle; en España la proporción sube hasta las 70 personas.

Algunas máquinas les llegan de China, desde Shanghai hasta el puerto de Gijón en contenedores. «Llevamos seis años trabajando con ellos y ofrecen las mismas garantías que un fabricante europeo», pero con presupuestos que no tienen nada que ver.

Los actualmente 196 franquiciados de Abierto 25 Horas están obligados a uniformizar marcas y precios. El sueño de José Ramón es saltar algún día las fronteras nacionales. Para empezar la marca ya está registrada en Portugal y Francia.

Cafento, millones de cafés diarios en España desde Tineo

Hay en España casi 100 establecimientos hosteleros con la marca de Cafetal Club, que funcionan bajo el abrigo franquiciador de una marca asturiana, Cafento. El polígono industrial de La Curiscada, en Tineo, huele desde hace unos pocos años a café. Allí se instaló la fábrica heredera de una pequeña tienda de ultramarinos en Tineo, nacida durante la Guerra Civil española, que dio lugar a Cafés El Gallego. Cafento se ha especializado en productos de hostelería para profesionales y acaba de firmar una dulce alianza con otra empresa asturiana, La Casa del Chocolate, del repostero gijonés Tino Helguera.

Una alianza que está detrás de una franquicia especial que se llama Stracto Experience, una especie de «boutique» del café, el té y el chocolate, explica el director de expansión de Cafento, José Luis Roza. El negocio está en las cápsulas de café, en los cursos para profesionales y en el aparataje, comenzando por las cafeteras. Stracto Experience tiene abierta una tienda en Madrid y otra en Castellón, pero hay vocación de crecimiento. Desde un centro informático se controla y visualiza la inmensa fábrica de Tineo. Hornos, molinos, tolvas con cafés de medio mundo...

Ocho millones de kilos salen al año para miles de bares, cafeterías y cafés de toda España. Pero una cosa son los clientes, a los que hay que cuidar, y otra los franquiciados, a los que hay que mimar. «La franquicia la entendemos como un servicio. Tenemos «baristas» y asesores que los están visitando de continuo, les organizamos cursos, los ayudamos a la selección de personal, y a lo largo de la vida del negocio», explica Roza.

La franquicia de la imagen. Capital: Avilés

Emilio Álvarez Fernández abrió su primera tienda en Avilés en 1985. El establecimiento se mantiene, no sólo porque es rentable, sino porque tiene que ver con el sentimiento. Lo que fue el inicio de una experiencia comercial de origen familiar, aunque basada en una larga experiencia en el sector de la fotografía e imagen, se convirtió con el paso de los años en un fenómeno nacional. Hay muchos secretos, pero Emilio apunta uno: «Empezar algo desde cero, en primera generación, tiene una fuerza mágica. Y cuando además se ama lo que se hace, el tema funciona casi siempre».

Álvarez es presidente de Interfilm. La próxima franquicia que abra será la número 100 en España. Por número de centros la empresa asturiana ya es la segunda en el «ranking» nacional del sector. La primera franquicia se creó en Ferrol en 1987 «y sigue con nosotros, es una excelente referencia». En 2011, año de crisis galopante, Interfilm puso en marcha desde Asturias nada menos que doce tiendas franquiciadas distribuidas por toda España.

La expansión tan llamativa se produjo coincidiendo con unos años de auténtica revolución en esa área de negocio, de lo analógico a lo digital. Parece que fue ayer cuando la clientela iba a que le revelaran sus carretes de fotos, y aún hay aficionados que mantienen sus cámaras Reflex de siempre y les gusta verse en papel. Emilio Álvarez recuerda que «no tenemos socios, dependemos de nuestros propios recursos y hemos crecido despacio. En otras condiciones, a estas horas estaríamos implantados fuera de España. Somos asturianos, una pyme familiar. Y, sobre todo, humildes».

Mike's, perritos calientes... y gijoneses

Miguel García fundó Mike's en 1982. La hamburguesería del barrio de La Arena, en Gijón, tiene nombre y escenario americanos, pero mentalidad asturiana. Sus hijos, Alfredo y Eduardo, siguen la estela. Cuando a los pocos años de la creación de aquel establecimiento -que algunos situaron en Oregon o Colorado, en la frontera del Far West- se inició la expansión de franquicias, todas ellas en Asturias (más en Gijón, con servicio a domicilio, toda una novedad en los años ochenta), y en Oviedo, Mieres y La Felguera, la empresa, que nació con vocación más bien de cervecería, ya había apuntado hacia una estética made in USA.

La familia mantiene su local frente al parque de Cocheras y la plaza de toros. «Cuando mi padre abre esto yo tenía dos años, así que es como mi casa», asegura Eduardo García. Treinta años después de la apertura del primer Mike's, Miguel y sus hijos quieren abordar en los próximos meses un nuevo empujón franquiciador, con un cambio de filosofía y más ambición con el mapa en la mano. También con más implicación de la empresa madre. «Hay que cuidar la parte humana del negocio, y ése es posiblemente el aspecto más complicado de la franquicia», aseguran.

Epilae, estética para

hacer patria

«Nacimos para franquiciar», dice Rubén Hernández, director de expansión de la firma asturiana Epilae. Andaba por Madrid, presentando en sociedad un nuevo producto de dermocosmética personalizada. Los datos le dan la razón, porque una empresa que nace en Gijón en 2008 con su centro piloto ya tiene doce franquicias fuera de la región en cinco comunidades autónomas.

Se trata de una empresa de servicios estéticos y aparatología, cuyos responsables hacen patria: «Es que en Asturias lo hacemos todo, desde el desarrollo de "software" al desarrollo de productos. Fabricamos hasta nuestros muebles en una nave en Tremañes».

La idea es seguir creciendo, y la franquicia es un buen método. «Este sector había sufrido en los últimos años un crecimiento astronómico. Ahora, claro, hay un ajuste, porque ha bajado el nivel de consumo, pero ni uno solo de nuestros franquiciados ha cerrado nunca. Debemos ser los únicos», aventura con cierta ironía Rubén Hernández.

«Pa que veas» qué se puede hacer con talento

Laura Suárez estudió Bellas Artes y se especializó en diseño gráfico, fotografía y pintura. Montó, ayudada por los buenos consejos de su padre, una pequeña empresa en el valle del Nalón. Pa Que Veas sigue siendo pequeña, pero algo menos que hace tres años.

Primero la sede fue Valnalón. Allí le concedieron en 2010 el premio al mejor proyecto empresarial. Ahora ha abierto negocio en La Felguera. Laura diseña, pero su idea de bolsa publicitaria biodegradable con marcas de la zona, que se regala al cliente como promoción del comercio local, ha hecho fortuna. Relativa, que en esto -y ya en casi nada- no hay pelotazos.

«Me decidí a ofertar franquicias y ya tengo dos, una en Málaga y otra en Badajoz». El producto principal eran las bolsas. «No hay franquicias de diseño gráfico, y esta promoción, que incluye premios de consumo, se puede perfectamente exportar». Laura Suárez reconoce que recibe solicitudes de información «todos los días». Plantea un canon de entrada o bien un porcentaje sobre la facturación o sobre el beneficio.

Las bolsas de las empresas franquiciadas se hacen en Asturias y se distribuyen posteriormente fuera de la región. «En Asturias se queda casi todo, porque nosotros subcontratamos hasta los rótulos», diseñados por esta asturiana con imaginación.

Sólo dos comunidades, Madrid y Cataluña, superan las 300 centrales franquiciadoras (empresas que con origen en estas autonomías han sido capaces de «exportarse»). Con más de 100 centrales están Andalucía y la Comunidad Valenciana.

El campo económico con más marcas franquiciadas en España es el de la informática, con 73 firmas distintas, según una de las últimas estadísticas de las franquicias. La siguen el área de estética y belleza, con 68, y la de administración de fincas, con 67. El sector de agencias de viajes tiene 65 marcas franquiciadas distintas.

Hay 55 marcas franquiciadoras diferentes de moda de mujer, 38 de moda joven y 30 de moda de hombre. Otras 55 marcas se centran en la moda infantil, y hay 23 franquicias de moda íntima. Funcionan en este régimen unos 8.500 establecimientos en España.

Existen en España unos 14.000 establecimientos franquiciados de la familia de servicios especializados. El contenedor administrativo es muy variado, pero la espectacular cifra viene de la mano de los 10.000 videoclubes que funcionan en España mediante franquicia. En el mismo apartado entran, por ejemplo, las cuatro marcas de agencias matrimoniales que funcionan igualmente con franquicia.

Hay en España una franquicia de compraventa de oro, otra de cerrajeros y otra de veterinarios. Son las ofertas menos frecuentes en el registro nacional de franquicias. Comidas preparadas, pescaderías, yogurterías, comida sana, sastrería y mercerías son áreas de negocio que cuentan en todos los casos con menos de cinco franquicias funcionando en el país.

La franquicia nace en España en los años sesenta. Entre las pioneras del sistema estaba la firma Pingouin Esmeralda, que se ocupaba en la venta de ovillos de lana cuando las españolas se dedicaban, entre otras muchas obligaciones, a tejer. Y el país se llenó de tiendas Pingouin. No había llegado el «prêt à porter».

El sueño de montar una superfranquicia hoy va a requerir una inversión inicial de no menos de 200.000 euros. Algunas grandes compañías -sobre todo, de comida rápida- exigen períodos de formación en sus restaurantes que pueden llegar al año (a cuenta del candidato).