Oviedo, Eloy MÉNDEZ

Esther del Moral ha terminado con el tópico que considera incompatible divertirse con los videojuegos y hacer los deberes. El grupo de investigación de esta catedrática de Escuela Universitaria del departamento de Ciencias de la Educación está a punto de cerrar un estudio para demostrar que determinados programas informáticos son capaces de estimular en los niños de Primaria los ocho tipos de inteligencia descritos por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales en 2011. «La escuela tradicional debe conceder un mayor protagonismo a las nuevas tecnologías, no es imposible hacer que la enseñanza sea lúdica», asegura.

La docente y sus colaboradores, el orientador José Naves y la titulada Laura Calota Fernández -que cuenta con una beca «Severo Ochoa» para la investigación-, iniciaron su particular partida a principios de curso, después de escoger para su trabajo el videojuego «Naraba World», diseñado por la empresa madrileña Micronet, que patrocina el proyecto. «Queríamos probar que la utilización de este tipo de instrumentos no sólo no frena el ritmo de adquisición de conocimientos, sino que lo aceleran», explican. Para ello, se pusieron en contacto con la dirección del colegio ovetense La Gesta I y con la escuela rural unitaria de la localidad de Muñás, en el concejo de Valdés y con tan sólo seis alumnos de diferentes edades. Ambos centros se convirtieron en sus laboratorios de pruebas.

En septiembre, los alumnos de los cursos seleccionados -dos grupos de veinte de primero y otros tantos de segundo en el caso del colegio de la capital y niños de 6 a 12 años en el del Occidente- comenzaron a utilizar la aplicación, desde el primer momento con una curiosidad desmedida. «El éxito fue total. Pronto nos dimos cuenta de que esta herramienta sería muy útil para potenciar los aprendizajes difusos, es decir, los que se adquieren de manera implícita, no formal o meramente académica», indica Del Moral. Cada uno de ellos creó su «avatar», es decir, un personaje con el que superar las diferentes pruebas, que puede ser de cualquier sexo, raza e incluso edad. Después, empezó la diversión una hora por semana.

Los jugadores tienen que superar distintas preguntas en cada una de las siete islas que forman el archipiélago «Naraba», con contenidos muy diferentes, desde la simple orientación espacial hasta el cálculo del doble o el triple de una determinada cantidad o la realización de puzles. «Hemos observado avances en toda clase de materias y podemos afirmar que los alumnos han mejorado notablemente sus capacidades lógico-matemáticas», explica la profesora. Además, se ha detectado un notable incremento del nivel de concentración, sobre todo en el caso de estudiantes habitualmente más inquietos, y una mayor colaboración entre ellos. «Antes de empezar el proceso, les hicimos pruebas para conocer su nivel de las inteligencias múltiples descritas por Gardner y, en la práctica totalidad de los casos, se han conseguido grandes progresos», indica. Todos esos resultados serán expuestos en junio durante un congreso internacional sobre educación y nuevas tecnologías que tendrá lugar en la ciudad estadounidense de Denver.

A raíz de su estudio, Del Moral está convencida de que las administraciones pueden y deben apostar por incrementar este tipo de métodos en el ámbito educativo, para que ganen peso en relación a los tradicionales. «Esto no va a reducir necesariamente el fracaso escolar de nuestro país, que viene motivado por una serie de factores sociales muy distintos, pero sí que puede marcar el inicio de un nuevo modelo, más basado en la transmisión de conocimientos con aplicaciones prácticas que en llenar las cabezas con contenidos a los que no se ve utilidad», razona. Porque, entiende, «debemos mostrar los caminos que cada uno quiere seguir, no detallar cómo es cada uno de esos caminos». Y cita como ejemplo el experimento realizado por otro profesor en Valencia, que enseñó trigonometría a sus estudiantes a través de un videojuego de fútbol. «Aprendieron a meter goles calculando los senos y los cosenos en los ángulos de lanzamiento», dice.

No obstante, también da un pequeño tirón de orejas a los responsables de gestionar las herramientas de las que disponen los centros. «Contamos con muchos recursos desaprovechados, especialmente relacionados con tecnologías. El principal reto de la escuela española es saber optimizar todos esos instrumentos», subraya, tras destacar que Asturias «es una región situada a la vanguardia» tanto por la calidad como por la cantidad de medios destinados a la educación 2.0.

Atajar los recortes en Educación. La catedrática de Escuela Universitaria considera que los recientes recortes aprobados en educación por el Gobierno central, tres mil millones la semana pasada, han trascendido una línea roja del Estado del bienestar. «Es cierto que el actual momento es muy complicado, pero hay que ser conscientes de que estamos hablando del futuro de la sociedad, de la formación de las personas que van a estar al frente de ella en unos años», explica Esther del Moral. «Ahora mismo estamos haciendo bastante con poco, si nos quitan más, llegaremos a un punto complicado para todos», añade. De todas formas, también propone maximizar el uso de herramientas de las que disponen los colegios, como los ordenadores. «Asturias ha hecho un buen trabajo en los últimos años en su apuesta por modernizar sus clases, pero muchas veces es necesario dar un paso más en esa dirección», sostiene. Además, se muestra partidaria de probar alternativas al método tradicional que no sean necesariamente costosas, como revela el estudio que lleva a cabo junto a otros dos especialistas. «Los alumnos van incluso por delante de lo que marcan los contenidos curriculares, es decir, el videojuego les genera dudas sobre diferentes asuntos antes incluso de que el profesor se los explique», sostiene. Por eso, pide un esfuerzo a todos los docentes para avanzar en este modelo de enseñanza, «que debe ganar terreno desde ahora».

- La catedrática de Escuela Universitaria en Tecnologías Aplicadas a la Educación María Esther del Moral está al frente de un proyecto de investigación para conocer la influencia del empleo de videojuegos en las aulas en el estímulo de los ocho tipos de inteligencia descritos por el psicólogo Howard Gardner.

- La experta, que forma parte del departamento de Ciencias de la Educación e imparte clases en la Facultad de Educación y Formación del Profesorado, es miembro del grupo «L'Alfàs», integrado por profesores de toda España que promueven la implantación de tecnologías en el sistema educativo.

- Además, es presidenta de la Asociación de Telespectadores y Radioyentes del Principado de Asturias, un observatorio que vela por la calidad de los contenidos en radio y televisión.