Pensar en la Fórmula 1 es pensar en tecnología. No en vano, muchos de los avances que hoy disfrutamos en los coches de calle vienen de esta competición automovilística. Pero en los últimos años, más allá de las marcas de tabaco, las bebidas alcohólicas y las petroleras, las empresas tecnológicas están apostando con fuerza por este deporte.

Son muchas las marcas que uno puede ver en los monoplazas más rápidos del planeta, aunque todavía son pocas las tecnológicas que llevan el peso de una escudería. El operador telefónico Vodafone es el único que en la actualidad da nombre a una escudería. El equipo Vodafone McLaren Mercedes es el que más presume de tecnología en sus colores, pero hay muchos otros casos. Por número de patrocinadores, Lotus se lleva la palma, con sus seis sponsors tecnológicos, siendo la escudería Williams la menos afortunada, quizá con intención. No en vano, el principal negocio de la marca Williams es la ingeniería avanzada de diferentes piezas tecnológicas, y quizá por ese motivo no quieran que ningún otro gallo entre en el gallinero de su box. Entre las empresas tecnológicas presentes en el «Gran Circo», uno puede encontrar desde marcas de relojes hasta operadores de telefonía, pasando por marcas de móviles o fabricantes de microprocesadores. Pero sin duda lo que más abunda son las empresas de servicios tecnológicos. Conscientes del tirón de la Fórmula 1 entre ciertos sectores empresariales, firmas como Avelo, Microsoft Dynamics o Infor se anuncian y dan su apoyo a diferentes equipos de la parrilla. Cabe destacar empresas como Claro, Siemens o Netapp, que están presentes en más de una escudería, ya que aportan sus soluciones de software para ayudar con la telemetría de los equipos.

Algo parecido ha hecho la canadiense Blackberry, que este año se ha convertido en uno de los principales «partners» del equipo Mercedes AMG. Esta alianza va a proporcionar al equipo germano una dosis extra de la mejor técnica en el desarrollo de aplicaciones de computación en la nube.

Aunque si algo hay en la Fórmula 1 es miedo al espionaje, y tal vez por esa razón las dos empresas más importantes del mundo en seguridad informática aportan sus soluciones a dos equipos del Mundial: Symantec a Lotus y Kaspersky a Ferrari.

La firma del cavallino rampante es, sin duda, la marca de coches con más tirón comercial en todo el mundo, y por ello la tecnología también se ha fijado en Ferrari. Prueba de ello son la gran variedad de dispositivos ferraristas que hay en el mercado. Posiblemente, la palma se la lleve el fabricante de periféricos de videojuegos Thrustmaster, que tiene uno de los catálogos más extensos. A destacar el impresionante Ferrari F1 Wheel Add On -150 euros-, una réplica para videojuegos de conducción del Ferrari de Fernando Alonso.

Codemasters, que tiene la licencia del videojuego oficial de la Fórmula 1, se destapó hace pocos meses con un juego/parodia que se ha convertido en uno de los más divertidos, gamberros y cachondos títulos de conducción de la historia. La originalidad de este título no está tanto en el caricaturesco aspecto de los pilotos -Fernando Alonso está fantástico-, sino en que los potentes y veloces coches de Fórmula 1 han sido sustituidos por karts. De esta forma podemos ver al asturiano correr en un diminuto kart de Ferrari mientras el alemán Vettel le persigue con su pequeño Redbull.

Pero lo mejor, sin duda, son las carcajadas que provocan los gestos de los pilotos. Las diferentes ayudas que nos vamos encontrando por los divertidos circuitos provocan las risas en los jugadores y los enfados en los personajes, amén de multitud de situaciones rocambolescas que te impiden dejar de jugar... y reír.

Un título perfecto para jugar en familia, a un precio imbatible, que lo convierte en el videojuego ideal para los fans de la F1 que quieran partirse de risa.

Género: Conducción

Plataformas: Playstation3, Xbox 360, Windows PC.

P Desde 14,95 euros