La intensa carrera académica de Raquel Quiroga se condensa en poco más de una década. Esta joven ovetense finalizó su licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en 1999 y hace ya cuatro años que consiguió su plaza de profesora titular en el departamento de Economía Cuantitativa. En octubre de 2011, asumió el cargo de vicedecana de Estudiantes en su facultad, poco después de que echara a rodar el pequeño grupo de investigación al que pertenece, integrado por cuatro mujeres y que hace unos meses consiguió financiación para un amplio estudio sobre la eficiencia del mercado asegurador en el contexto europeo. «El acceso universal a la sanidad y las pensiones que hemos tenido hasta ahora explican la poca cultura financiera de los españoles en relación con los seguros, que limitamos a los obligatorios por ley, como los del vehículo o el hogar», explica la docente.

El grupo de Quiroga extrae conclusiones del análisis de una base de datos de la agencia de calificación Standard & Poor's donde figuran los registros contables de unas 400 aseguradoras de países europeos entre el período 2007-2011. «Aunque estamos en el inicio de la investigación y sólo hemos conseguido algunas ideas generales, podemos asegurar ya que las empresas españolas del sector, que no llegan a la veintena, salen bastante bien paradas en cuanto a niveles de eficiencia», dice. El estudio, financiado con 15.000 euros de una beca de la Fundación Mapfre, pretende conocer de primera mano tanto el grado de aprovechamiento de los recursos internos que hacen estas sociedades, como su solvencia, un dato revelador en plena crisis económica. «En nuestro país, contamos con un número reducido de este tipo de empresas en relación con otros, como los nórdicos o Gran Bretaña. Por el contrario, su tamaño suele ser grande y su fiabilidad también», comenta.

Por eso, la economista considera que las carencias de este mercado a nivel nacional están más relacionadas con la demanda que con la oferta. «Las buenas prestaciones que hemos tenido hasta ahora influyen de manera directa en las costumbres de los españoles con respecto a los seguros. Tenemos una cultura del seguro obligatorio. Poca gente apuesta por uno para la jubilación o para la atención médica, como ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos. Casi todos los españoles se limitan a firmar el de auto y el de hogar o el de vida, en el caso de que medie una exigencia derivada de la hipoteca», destaca. «Para la inmensa mayoría, muchos de los productos que tenemos al alcance pasan inadvertidos», añade.

Una tendencia que, según la especialista, podría dar un vuelco a medio plazo por la recesión económica y el consiguiente incremento de la desconfianza en la capacidad del Estado para garantizar determinadas ayudas. «La crisis puede acabar con las costumbres que tenemos hasta ahora y propiciar que muchos clientes se planteen acceder a un seguro pensando en su jubilación, sin ir más lejos», dice. En este sentido, ha detectado cambios de actitud entre los jóvenes, mucho más proclives a cambiar de compañía en busca de precios más baratos. «Este tipo de público sí que ha experimentado una evolución significativa con respecto a las anteriores generaciones. Suele estar mucho más informado en relación con las cuantías y busca mejores condiciones. Se puede decir que el consumidor demanda cada vez más datos antes de llegar a un acuerdo», apunta la experta. «Esta mayor curiosidad por las características de lo que adquirimos va en la línea de la ley de Mediación de Seguros de 2006, que vela por garantizar una buena documentación antes de ejecutar cualquier operación», remata.

Quiroga indica que estos cambios en la clientela han generado una mayor competitividad entre las diferentes aseguradoras, «que en ningún caso actúan como un "lobby" a la hora de fijar sus ofertas». «Más bien, lo que se ha producido en los últimos años es un notable aumento de empresas filiales de las grandes compañías, que ofrecen productos más baratos», dice. «La intención es evitar que una repentina caída de los precios deteriore la imagen de la marca original, porque mucha gente podría asociarla con un empeoramiento de la calidad de los servicios prestados», explica. Aun así, insiste en que el mercado español tiene mucho camino por delante. «En líneas generales, tenemos buenas compañías; sólo falta incentivar algo más la demanda», concluye.

Implicarse en la gestión académica. Raquel Quiroga predica con el ejemplo en relación con la implicación de los docentes en la gestión académica. Por eso, aceptó hace año y medio hacerse cargo del vicedecanato de Estudiantes de la Facultad de Economía y Empresa, como miembro del equipo que dirige Manuel González. «A veces el trabajo se me acumula, pero es una responsabilidad que también me ofrece muchas recompensas, por el trato directo que tengo con los alumnos y sus problemas», explica. Este cargo consolida la imparable trayectoria ascendente de esta ovetense desde que finalizó su carrera en 1999 y que, sólo diez años después, logró hacerse con una plaza de titular, a pesar de ser la última en acceder al departamento de Economía Cuantitativa, uno de los que cuentan con un menor número de docentes de la Universidad. «Estoy satisfecha porque, a día de hoy, la situación con vistas a obtener una plaza pública está muy complicada, debido a la baja tasa de reposición que permite el Gobierno», subraya. En el ámbito investigador apuesta por aunar el esfuerzo de especialistas procedentes de diferentes áreas en una misma dirección, tal y como ocurre en su equipo. «Somos un grupo emergente, de muy reciente creación y que contamos con una financiación aceptable para ponernos a trabajar», asegura. Una esperanzadora excepción en plena época de recortes en materia de I+D+i por parte de las diferentes administraciones.

-Raquel Quiroga García es profesora titular del área de Economía Financiera y Contabilidad, perteneciente al departamento de Economía Cuantitativa, desde 2009. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas y doctora por la Universidad de Oviedo, compagina sus labores docente e investigadora con el cargo de vicedecana de Estudiantes en la Facultad de Economía y Empresa.

-Forma parte de un grupo integrado además por tres compañeras -Isabel Manzano (del departamento de Economía Cuantitativa), Eva Suárez (de Contabilidad) y Nuria López Mielgo (Administración de Empresas)- que analiza la eficiencia de las empresas aseguradoras europeas, con financiación de la Fundación Mapfre.