A los 30 años la gijonesa Diana Arias ya acumulaba experiencia profesional en varias compañías internacionales. A pesar de su edad, su bagaje laboral y su alta formación le permitieron, cuando decidió volver a Asturias hace ahora seis años, asumir puestos de responsabilidad en una empresa regional, ITK Ingeniería. Ahora, ya con 36 años, Arias es la directora del área de expansión del negocio ferroviario de la compañía en India y forma parte, además, de su consejo de administración. Hay muy pocos que a sus años ocupen un puesto de tan alta responsabilidad. Pero Arias tiene clara la fórmula del éxito: "Se ha de suplir la diferencia de años de experiencia con otras cualidades como la flexibilidad ante el cambio, la adaptabilidad a otros entornos, la facilidad para la comunicación y la empatía con los clientes". Cuatro jóvenes directivos, altamente preparados y que, pese a su juventud, ya ocupan puestos de una alta responsabilidad en empresas asturianas relatan aquí su experiencia laboral.

En el mundillo de las grandes multinacionales a este tipo de jóvenes se les denomina "Hipos" (High-Potential Employees, es decir, trabajadores con un alto potencial). Generalmente, suelen pasar durante un corto período de tiempo por diferentes departamentos de la compañía y ocupan diferentes puestos de responsabilidad antes de llegar a la cúspide. El objetivo es que vayan ganando experiencia y se empapen de la forma de trabajar de la empresa. Sara Fernández-Ahuja, la más veterana de este grupo de directivos, tiene 39 años y ha ocupado ya varios puestos de responsabilidad en la ingeniera TSK. Ahora dirige el departamento de recursos humanos y sistemas de gestión, pero antes fue responsable del área de prevención de los proyectos que la empresa de ingeniería estaba desarrollando en Arcelor-Mittal. Poco después se convirtió en directora de los sistemas de gestión. "Las oportunidades existen, pero hay que buscarlas", asegura.

Manuel Reinerio Fernández también pasó por varios departamentos antes de llegar hace tres años a la jefatura de comunicación y relaciones institucionales de Capsa, la empresa fabricante de Central Lechera Asturiana (Clas). A sus 37 años este ovetense considera que "lo esencial es tener a gente que apueste por ti". En su caso, el respaldo le llegó, afirma, de Pedro Astals, el antiguo consejero delegado de Capsa, y de José Armando Tellado, actual primer ejecutivo del líder lácteo español. El mismo tiempo, tres años, es el que lleva el portugués Tiago Lemos, de 36 años, como director de marketing de la asturiana Cafento. "Tener éxito en tu carrera profesional implica siempre un gran esfuerzo", asegura el luso.

Los cuatro responden a continuación a cinco cuestiones ligadas a su trabajo y juventud.

¿Es difícil llegar a un puesto directivo siendo joven?

Diana Arias (de ITK) asegura que «ahora lo más difícil es poder incorporarse al mundo laboral en un tiempo breve tras acabar la carrera». Y añade: «Para aquellos que ya pudimos acceder al mercado de trabajo la edad no es determinante para llegar a ocupar algún puesto directivo, se da más importancia a que la persona cuente con la formación, experiencia y las habilidades adecuadas».

El esfuerzo también es importante. «El único sitio donde recompensa viene antes de trabajo es en el Diccionario», resume Tiago Lemos (de Cafento) usando una frase que asegura le repetía mucho un jefe que había tenido en uno de sus primeros trabajos. Para ilustrarlo apunta: «Usain Bolt no corre los 100 metros lisos más rápido que nadie porque tenga las piernas largas; la gente no se imagina lo duro que hay que trabajar para conseguir una medalla de oro».

Para Sara Fernández-Ahuja (TSK), es vital «tener suerte» y «estar en el sitio oportuno en el momento adecuado». Manuel Reinerio Fernández (Capsa) resalta que también influye «el estar en una empresa que apueste por el talento interno».

¿Qué cualidades debe cumplir un joven directivo?

«Capacidad de trabajo, tenacidad, constancia, ilusión y confianza en ti mismo». Los ingredientes los pone Manuel Reinerio Fernández, que añade que para ascender en una empresa también hay que tener claro que «en muchos casos se debe renunciar a la vida personal por el trabajo». A la pócima para crear al directivo perfecto Tiago Lemos añade más sustancia: «Hay que ser un buen líder y transmitir a tu equipo una visión muy clara de los objetivos y mantener altos niveles de energía y motivación».

Fernández-Ahuja aporta más condimento: «Se debe poseer capacidad de innovación. Saber identificar y aprovechar las oportunidades de negocio. Transmitir una imagen adecuada de la empresa en el exterior. Ser honrado. Tener un comportamiento ejemplar con la organización».

¿De qué forma influye la juventud en un trabajo de esta categoría?

De manera general Diana Arias asegura que el hecho de que cada vez más jóvenes estén ocupando puestos directivos en España influye positivamente en la «creciente presencia de las empresas españolas en los mercados internacionales». Esto es porque, explica, este grupo de edad tiene ya un mayor dominio de otros idiomas con respecto a las generaciones anteriores y al uso de las nuevas tecnologías en beneficio de las distintas áreas de la compañía. «También al atrevimiento para coger la maleta y plantarse en cualquier lugar del mundo», añade.

La mayor apertura a los cambios es una respuesta común entre los jóvenes directivos asturianos. Sara Fernández-Ahuja añade además que la juventud se nota en la disposición a aprender nuevas cosas, el optimismo, saber asumir riesgos y responsabilidades o la vocación de servicio».

Para Manuel Reinerio Fernández, también influye «tener ambición, pero sin tirar a nadie en el camino». De igual manera, la innovación y las ganas de hacer cosas diferentes son cualidades que los jóvenes cumplen en mayor medida, según el análisis del directivo de la compañía agroalimentaria.

«Quizá mi juventud me lleve siempre a querer hacer cosas nuevas», añade Tiago Lemos, «distintas a las de toda la vida, siempre con la ilusión de poder añadir mi granito de arena al proyecto».

¿Qué aspiraciones tiene un directivo joven?

Diana Arias tiene claro que sus objetivos son los de ver a su empresa de ingeniería seguir creciendo gracias a su trabajo. «Mis aspiraciones están ligadas a mi puesto, lo que quiero es incrementar la presencia de la compañía en la India, estableciendo una sede fija y permanente en el país, lo que nos permitiría incrementar el nivel de ventas actuales de nuestros productos ferroviarios en un mercado tan complejo y extenso como el indio, lo que redundará en un importante crecimiento de la empresa», añade.

Sara Fernández-Ahuja apunta en la misma dirección. «Me sigo viendo en TSK», asegura. Y destaca: «Es un proyecto de empresa muy motivador, en los 13 años que llevo aquí han sido de continuo crecimiento y evolución, donde cada día se presentan nuevos retos».

Para Tiago Lemos, es esencial continuar ligado al mundo del marketing. «Éste es un mercado que me encanta y me gustaría seguir disfrutando de desarrollar y cuidar grandes marcas que sean relevantes para el consumidor y el cliente, que, al final, ésa es la esencia del marketing», apunta.

La crisis hace que algunos vean el futuro con incertidumbre. «Se ve complicado, pero lo esencial será continuar aprendiendo y aprovechar la oportunidad que Capsa me ha dado de seguir mejorando y asumiendo responsabilidades», explica Manuel Reinerio Fernández.

¿Ser joven influye en el sueldo?

Para Diana Arias, la respuesta es afirmativa. «Sí, aunque creo que así debe ser, por la mayor experiencia y conocimiento que atesoran los directivos de mayor edad. A los jóvenes aún les queda mucho por aprender», señala. En cambio, la directora de recursos humanos de TSK, Sara Fernández-Ahuja, replica que «cada vez menos, ya que las empresas valoran más las capacidades y resultados que la edad».

«El sueldo no debe estar reñido con la juventud», señala Manuel Reinerio Fernández, «en las grandes empresas las retribuciones suelen estar acordes con lo que el directivo vale en el mercado en comparación con otras empresas del sector».

DIANA ARIAS CEREZO (36 AÑOS)

Directora de la expansión del negocio de ITK en India

«La edad no es determinante para llegar a ser directivo»

Máster en multinacionales. Después de completar los estudios de Economía y Finanzas, su vida profesional se desarrolló entre grandes compañías multinacionales. Primero se fue a trabajar a Barcelona y, más tarde, a Glasgow. Hace seis años, esta gijonesa de 36 años decidió retornar a su ciudad para incorporarse a la compañía ITK Ingeniería, asentada en el Parque Tecnológico gijonés. En la actualidad es la responsable de expandir el negocio ferroviario en India. A su entender: «La edad no es determinante a la hora de acceder a puestos de responsabilidad, se valoran más cosas».

TIAGO LEMOS (36 años)

Director de marketing de Cafento

«Tener éxito en una carrera profesional implica siempre un gran esfuerzo»

Apasionado del marketing. Gracias a una beca, el luso Tiago Lemos, nacido en Lisboa hace 36 años, consiguió su primer empleo en el departamento de marketing de L'Oreal a las pocas semanas de acabar la carrera de Económicas. Además, acumuló experiencia durante cinco años en la compañía Unilever, donde se encargó del marketing de una conocida marca de helados. Tras ese lustro, continuó ligado al mundo agroalimentario y durante tres años fue responsable de algunas de las marcas que comercializa Coca-Cola en Portugal. Después de este paso por la multinacional, llegó a España para trabajar en la tecnológica LG y hace tres años se incorporó a la asturiana Cafento, donde es el director de marketing. Su receta para haber llegado tan lejos es que «el éxito en tu carrera implica un gran esfuerzo».

SARA FERNÁNDEZ-AHUJA ALONSO (39 años)

Directora de recursos humanos y de sistemas de gestión de TSK

«Un jefe joven debe saber identificar las oportunidades»

Banca e industria. La gijonesa Sara Fernández-Ahuja inició su carrera profesional en el mundo de la consultoría industrial, para posteriormente trabajar como economista en dos entidades bancarias, Bankinter y Banco Popular. En el año 2000 se incorpora a la ingeniera TSK como responsable de prevención de los proyectos que la empresa desarrollaba para Arcelor-Mittal. Tras pasar por varias áreas, ahora es directora del departamento de recursos humanos. Su experiencia la lleva a afirmar que un joven directivo debe tener perspicacia para «identificar y aprovechar las oportunidades de negocio».

MANUEL REINEIRO FERNÁNDEZ CABAL (37 años)

Jefe de comunicación y relaciones institucionales de Capsa

«Es importante trabajar en una empresa que apueste por el talento»

Asturias era el objetivo. Este ovetense comenzó su carrera profesional muy joven, a los 22 años, nada más acabar la carrera de Económicas y tras especializarse en comunicación. Su primer trabajo fue en un portal de colegios profesionales en Madrid, pero desde un principio su intención era la de conseguir el retorno a Asturias. Y lo logró sólo unos meses después cuando encontró una oportunidad en el departamento de marketing de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), que controla, entre otras, la marca Central Lechera Asturiana (Clas). Allí lleva ya 13 años. «Es importante trabajar para una empresa en la que se apuesta por el talento interno», asegura el jefe de comunicación de Capsa.