El campo de bufones de Llames de Pría (Llanes) no sólo destaca por su belleza sino que oculta una de las mayores polémicas que libran los vecinos de la zona y el Ayuntamiento de Llanes. El motivo es su conservación. La mayoría de vecinos están preocupados por una "imparable degradación" y lleva pidiendo años al Ayuntamiento de Llanes y al Principado su protección, partidarios como son de restringir el paso a vehículos particulares. Ahí empiezan sus reivindicaciones, en la necesidad de cerrar un camino de 400 metros que ahora está lleno de charcos y barro pero que, en buenas condiciones, resulta perfectamente asumible a pie. Éstos son los más y exigen además que la zona sea declarada monumento natural. "Sólo pedimos que se cumpla la ley, todo se está deteriorando", advierte César Alonso, presidente de la Asociación de Vecinos de Llames de Pría. Pero hay otro bando minoritario al que no sólo le parece fenomenal que los turistas puedan llegar en su coche hasta los propios bufones, sino que creen que sería bueno establecer un plan de explotación turística de la zona, y para ello proponen la creación de chiringuitos a la vera de los acantilados, un área recreativa y hasta la posibilidad de cobrar "un euro simbólico" por verlos.