Una hermosa vaca se pasea por la casería retratada por el escultor ovetense en la puerta de Santa Eulalia, en la foto. Hay un establo, casas y un extenso campo de maíz crecido, un cultivo que no hacía mucho que se había implantado en Asturias, y castaños, cuyos frutos constituían uno de los alimentos básicos de la dieta de la época.