El desmán ibérico, un extraño mamífero semiacuático, tiene dos problemas. Uno, de conservación: su área de distribución no deja de menguar y muchas de sus poblaciones están amenazadas, con el agravante de que se trata de una especie casi endémica de la península Ibérica (fuera de ella sólo aparece en el Pirineo francés) y vive, por tanto, en una reducida superficie geográfica. El otro problema es de imagen. "No es un oso, ni una nutria simpática, ni un águila imperial. No es un peluche. No deja de ser una rata que anda por el agua", resume el biólogo Ángel Fernández González, que ha estudiado a fondo esta especie y ha desarrollado, junto a otros investigadores, un sistema de identificación genética de sus excrementos (por los que suele tenerse noticia de su presencia) para seguirle el rastro con total fiabilidad. Tal consideración estética puede parecer baladí, pero no lo es en absoluto. Las especies más atractivas son las que captan la atención de los medios y de las administraciones, y, por tanto, las inversiones. Y en el actual contexto de crisis esto significa que el desmán ibérico se encuentra olvidado. Al menos, en Asturias; las comunidades vecinas de Galicia y Castilla y León están desarrollando sendos proyectos Life (con fondos europeos) que tienen como protagonista a este mamífero, que Ángel Fernández describe como "una especie paraguas, cuya protección beneficia al resto de la fauna fluvial. La estrategia nacional para su conservación establece que debe utilizarse como bioindicador del estado de los ríos, incorporándolo a todos los procedimientos de evaluación ambiental que afecten al cauce, a las riberas o que tengan relación con vertidos directos e indirectos". Donde habita el desmán, las aguas bajan limpias, oxigenadas, y hay truchas y ricas comunidades de invertebrados.

Tradicionalmente se ha considerado que el gran problema de conservación del desmán ibérico son las presas. Y estas, en efecto, han fragmentado sus poblaciones. Además, explica Ángel Fernández, "los cambios en el nivel de agua que provocan los desembalses afectan mucho al desmán, por eso no lo hay en muchos kilómetros aguas abajo de las presas. Tampoco puede vivir en las láminas de aguas profundas de los embalses porque está adaptado a nadar a contra corriente y en aguas de apenas un metro o metro y medio de profundidad. Los estudios realizados en Portugal con ejemplares radiomarcados han mostrado que se acerca a las presas, intenta remontarlas y enseguida desiste. Y lo mismo ocurre en las colas de los embalses".

A ese efecto barrera que tienen las infraestructuras hidráulicas se suman otros factores que afectan tanto al desmán como al ecosistema fluvial. "Los grandes incendios son otro problema importante porque generan mucho sedimento, que va al río y asfixia el lecho fluvial, matando los macroinvertebrados -de los que se alimenta el desmán- y las puestas de las truchas. También lo perjudican la construcción de vías de alta velocidad y de autovías, que genera mucho movimiento de tierra, y los cortafuegos mal diseñados".

A juicio de este biólogo, "hay muchas más amenazas que las presas y los vertidos a los ríos. Al desmán le afecta todo lo que lleva el agua y lo que llega hasta la orilla y hasta las laderas, es muy sensible", manifiesta.

Una nueva amenaza que cada vez cobra mayor relevancia son las especies invasoras, particularmente el visón americano. "Galicia está plagada de visones y en las cuencas bajas, donde se hace fuerte por la abundancia de comida fácil, causa estragos. En Asturias llega ya hasta la cuenca del Navia por el Occidente y está entrando en el Oriente por la costa, desde Unquera", señala Ángel Fernández. "Tanto en Galicia como en Cantabria, el desmán ha ido a menos. Queda Asturias, pero es urgente que se actúe contra la invasión del visón americano. Debe hacerse ahora, cuando está avanzando, no cuando se haya establecido. Es una especie muy peligrosa, que afecta también al mirlo acuático y al andarríos chico, que compite con la nutria, que acaba con los salmones tocados que logran regresar al río... Hay que luchar contra el visón americano codo con codo con los pescadores. Es la primera amenaza para el desmán ibérico en Asturias, junto con la actividad hidroeléctrica. Devolver la conectividad a los ríos asturianos resulta económica y técnicamente imposible, pero sí se puede mejorar. Hay medidas para compatibilizar las minicentrales eléctricas con la conservación del desmán, y estamos tratando de convencer a las empresas eléctricas".

Asturias posee una de las mejores poblaciones de desmán ibérico -la cadena pública británica BBC acudió a filmarlo a Somiedo para la serie "La vida de los mamíferos", dirigida por David Attenborough-, junto con las de Cantabria, León y Palencia. "Tiene, por tanto, mucha responsabilidad en el futuro de la especie, el gran desconocido de los endemismos ibéricos", concluye Fernández.