Oviedo, Luján PALACIOS

La población de osos pardos en Asturias continúa creciendo de forma lenta, pero continuada. Así queda de manifiesto en el libro «Demografía, distribución, genética y conservación del oso pardo cantábrico», editado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Oso Pardo y presentado ayer en la librería Cervantes de Oviedo.

El estudio recoge un amplio trabajo de campo durante los últimos 16 años, en el que se ha efectuado un intenso seguimiento de los ejemplares de oso pardo en el Principado. Este informe refleja cómo «estamos ante un clarísimo proceso de recuperación numérica», tal y como señalaron ayer dos de los diez coautores del libro, Carlos Nores y Fernando Ballesteros.

Así, Nores explicó que la población del occidente asturiano ha recuperado el declive de los años noventa, con sólo tres osas reproductoras con crías, y el año pasado ya se contabilizaron 15 osas. Con ello se ha constatado un incremento poblacional del siete por ciento anual en esta zona. El área oriental registra un crecimiento menor, de aproximadamente el tres por ciento, si bien se ha comenzado a detectar una recolonización en la zona centro, que posibilitaría la apertura de un corredor entre las dos grandes zonas oseras, la oriental y la occidental, que repercutiría en la mejora genética de la especie.

Precisamente, la variedad genética es uno de los retos que deben afrontarse en los próximos años, junto con la conservación de las áreas de reproducción y el incremento del número de individuos. La conexión demográfica de las dos áreas de población es una de las tareas fundamentales que deberán estudiarse a medio plazo para conservar el oso pardo en la cordillera Cantábrica, según concluye el estudio.