Oviedo, Ángel FIDALGO

Los 23 pesqueros de Guipúzcoa que pretendían descargar sus capturas de xarda (caballa) en Asturias se vieron finalmente obligados ayer a deponer su actitud y optaron por hacerse de nuevo a la mar, ante la presión de las cofradías asturianas, que los acusan de romper los acuerdos de cupos. Durante la madrugada del jueves se vivieron momentos de tensión en el puerto de Gijón, que no terminaron en enfrentamientos, como temían los pescadores asturianos. La salida de los barcos vascos desconcertó a las cofradías asturianas, porque a mediodía de ayer se había llegado al pacto entre todos los representantes pesqueros del Cantábrico; como señal de buena voluntad, se les permitiría desembarcar sus capturas de forma excepcional para someterse a los cupos acordados. Los pescadores asturianos no estaban dispuestos a permitir que las embarcaciones guipuzcoanas, que habían roto el acuerdo de cupos de capturas pactado entre todas las cofradías del Cantábrico, desestabilizaran el mercado al descargar el cupo de toda la semana, que podría llegar a los 120.000 kilos en un solo día. Las cofradías habían pactado 1.000 kilos por tripulante y día para los que faenan con anzuelo, 1.500 para los que lo hacen con volanta y 20.000 kilos para los arrastreros. Además, los puertos de Vizcaya y Cantabria ya les habían prohibido anteriormente descargar sus capturas.

Aunque los barcos vascos querían inicialmente entrar en Avilés, donde tenían autorización para realizar la descarga de xarda, sorprendentemente la pasada madrugada optaron por Gijón. Pese a la autorización para desembarcar sus capturas para que en camiones fueran transportadas hasta Guipúzcoa, optaron por salir a la mar. «Tememos que tramen algo», advirtió el patrón mayor de la Cofradía de Cudillero, Salvador Fernández Marqués.

Ayer se celebró una reunión en Madrid para analizar los problemas de la costera de la xarda. En ella, según señaló el presidente de la Federación Asturiana de Cofradías, Dimas García, el representante del País Vasco, que estaba en la reunión, explicó a los guipuzcoanos que «todos estábamos haciendo un gran esfuerzo dejándolos descargar una vez, y tenían que entrar en razón».