Oviedo, M. J. I.

Los controles de la enfermedad de la legua azul en Asturias son insuficientes y carecen de garantías para los ganaderos. Así lo manifestó ayer el parlamentario del Partido Popular Luis Peláez, quien lamentó la aparición de un nuevo caso de gripe del ganado, en una ganadería de El Franco.

Peláez recalcó que la vaca enferma procede de la ciudad germana de Ler, el mismo lugar de origen de las reses alemanas que llegaron enfermas a sendas ganaderías de Luces (Colunga) y Tol (Castropol).

El diputado acusó al Principado de no llevar a cabo los controles pertinentes, «porque es inconcebible que entren varias partidas de vacas contagiadas, de la misma procedencia».

A juicio de Peláez, los animales ya llegan enfermos y no son detectados antes de entrar en la ganadería: «No es verdad que se hayan contagiado en Asturias».

Reses sanas y enfermas

El PP considera un grave caso de negligencia el hecho de que el ganadero propietario de la res enferma tuviera que enterarse el pasado lunes, por la prensa, de la confirmación del test positivo. «El animal enfermo lleva un mes y medio conviviendo con el resto del rebaño y nadie ha tomado ninguna medida», indicó.

El PP volvió ayer a pedir la dimisión de la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, «porque su departamento ni siquiera ha distribuido las 40.000 dosis de vacunas que decían que iban a poner a todos los animales».

El PP también atribuyó a la Consejera incompetencia en su gestión por no haber puesto en marcha planes de compensación económica para los ganaderos que tengan casos de lengua azul en sus explotaciones.