Avilés, M. MANCISIDOR

Cocinan a fuego lento, ofrecen en sus menús potajes de la abuela y comparten el deseo de mantener con llama una cocina tradicional que se encendió hace más de cien años. Así trabajan los 113 propietarios de establecimientos hosteleros que pertenecen al círculo de restaurantes centenarios de España, diez de ellos en Asturias, y que ayer se dieron cita en Avilés. En total, suman más de 11.000 años entre fogones los restaurantes, llagares, tascas y casas de comida que forman este mapa gastronómico nacional. La reunión del círculo de restaurantes centenarios congregó a decenas de personas llegadas desde casi todos los rincones de España.

No faltaron los abrazos de reencuentro y las enhorabuenas: unos no se veían desde 1999, cuando se celebró el último encuentro en Santiago de Compostela, y otros se presentaban como caras nuevas que en los últimos tiempos han cogido el relevo en los fogones. Es el caso de Zoilo Grana, del restaurante Casa Zoilo de Muros de Nalón, un joven empresario que recientemente ha tomado las riendas de un negocio familiar que se fundó en 1837. «Somos de los más viejos de Asturias», afirmó.

Además del restaurante murense, el Principado cuenta con nueve establecimientos de gran solera: Casa Edelmiro (Las Regueras), La Pondala (Gijón), Llagar de Entralgo (Laviana), Al Son del Indiano (Malleza), La Caleyina (Oviedo), Casa Gerardo (Prendes), Venta del Jamón (Pruvia), Cafetín de Lastres (Lastres) y Casa Tataguyo (Avilés).

Tras las presentaciones, los empresarios tuvieron tiempo para charlas acerca del presente y el futuro de la cocina tradicional. La mayoría de los asistentes a la reunión del círculo afirmaba que su intención es conservar los platos de antes ante el avance de la nueva cocina. «Éste fue el deseo de Dionisio Duque, el fundador del círculo, patrón de un restaurante de Segovia, y es el deseo que mantenemos», explicaron ayer representantes de «Pipiripao», creadores de un círculo que aún cocina a fuego lento.