La renovación del Partido Popular (PP) asturiano ya está costando sudores. Y a este paso, también hará que se le salten las lágrimas a más de uno. De momento, ayer ya se cruzaron los golpes. El comité regional, que llevaba un año sin reunirse, se convirtió en el marco perfecto para que afloraran las voces críticas. Y el blanco fue el grupo de trabajo liderado por Joaquín Aréstegui, Fernando Goñi y Agustín Iglesias Caunedo para preparar los congresos nacional y regional. Gijón -la mayor agrupación del PP en Asturias, junto con la de Oviedo- lideró la ofensiva, que fue respaldada por un considerable número de asistentes. Pero hubo más. Algunos pidieron incluso libertad de voto para votar o no a Mariano Rajoy.

El comité tenía carácter extraordinario, por lo que no admitía ruegos y preguntas. Pero hubo muchas intervenciones, y muy críticas con la dirección regional, a la que se plantó cara durante las algo más de dos horas que se prolongó la reunión. El sector oficial se defendió haciendo un llamamiento al consenso para renovar y acusó a los críticos de inmovilismo y de querer únicamente mantener «su estatus tomando decisiones en "petit comité", en lugar de dar participación».

Una de las voces críticas resumió: «¿Qué es ese triunvirato que dice que se va a encargar de la renovación? Ahora toca congreso nacional, y cuando llegue el regional habrá que hacer el proceso como marcan los estatutos, y no al margen del partido». Un argumento que defendió Pilar Fernández Pardo, presidenta del PP de Gijón. La también diputada nacional fue contundente frente al presidente regional, Ovidio Sánchez, al comunicarle «de forma tajante» que ni ella ni nadie de Gijón participará en el grupo de trabajo encargado de preparar el congreso nacional y la renovación del partido en Asturias.

Fernández Pardo expuso que se deben respetar los estatutos y que los debates se tienen que realizar en los órganos internos, y no en estructuras paralelas. Una postura coincidente con la de Reinerio Álvarez, secretario general, y que fue reforzada por otros dirigentes de Gijón. Otras voces críticas fueron las de las juntas locales de Cangas del Narcea, de Mieres y de Valdés. Felipe Díaz Miranda, partidario de Alicia Castro y responsable de los municipios de baja densidad, pidió que se respete a los órganos de dirección, en defensa de Reinerio Álvarez.

Sin embargo, el secretario general del partido no necesitaba estímulos. Se arrancó cargando contra Joaquín Aréstegui, presidente de la junta de Avilés, por trabajar en un grupo paralelo y al margen de los órganos del partido. Criticó la «precipitación» con que se afronta el congreso regional y él mismo, blanco de críticas durante meses por la debacle de los resultados municipales, llegó a postularse para liderar el cambio.

El sector oficial se defendió. Isidro Fernández Rozada advirtió de que él no se piensa jubilar, «porque se trata de renovar ideas y no edades», y criticó la campaña realizada por Gabino de Lorenzo en las elecciones generales del 9 de marzo, lo que obligó a Iglesias Caunedo a salir en defensa del alcalde de Oviedo.

Pero fue Aréstegui el encargado de defender el grupo de trabajo para afrontar la renovación. «Me extraña que se le critique, cuando trabaja con las juntas recogiendo opiniones y apostando por el futuro. Y más que lo hagan quienes proponen una candidata alternativa (Castro) sin que se haya convocado el congreso».

El comité ejecutivo del Partido Popular (PP) de Asturias aprobó ayer la distribución de compromisarios en el congreso nacional, que se celebrará del 20 al 22 de junio en Valencia. En total, el PP asturiano estará representado por 77 delegados. De ellos, 65 serán elegidos, y los doce restantes, natos.

El reparto de compromisarios se ha hecho conforme a dos parámetros: el número de afiliados y el porcentaje de votos recibidos en las últimas elecciones generales, el pasado nueve de marzo. Oviedo, con diez representantes, será la junta con mayor número de compromisarios. Le seguirá Gijón, con ocho, y Avilés, con tres.

La representación asturiana queda muy lejos de la que le corresponden a otras comunidades. Éste es el caso, por ejemplo, de Andalucía, que contará con 436 compromisarios; de Galicia, con 290; de Valencia, con 286; y de Castilla y León, con 270.

En Asturias, la dirección regional del PP es favorable a la continuidad de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular nacional. El más contundente a la hora de pronunciarse sobre esta cuestión ha sido Ovidio Sánchez. Ayer, también se sumó Fernández Pardo. Hasta ahora, ningún dirigente regional ha tomado partido a favor de una posible candidatura alternativa liderada por Esperanza Aguirre o cualquier otro aspirante.

Las asambleas para las elecciones de los delegados correspondientes a las juntas locales se celebrarán el próximo día 21.

Sánchez es partidario de que el PP asturiano asuma el mayor protagonismo posible en la organización del congreso nacional y en los debates ideológicos que se susciten a partir de las distintas ponencias.