Oviedo

Manuel Fernández López, «Lito», mierense del barrio de Requejo, que el 8 de junio cumplirá 61 años, secretario general de la Federación estatal del Metal y la Construcción de UGT, ha sigo galardonado con el «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA de marzo. Lito consiguió que Arcelor-Mittal asumiera su propuesta para invertir y aumentar la producción en las plantas asturianas.

Lito, administrativo de profesión y que trabajó en el departamento de logística de Ensidesa, logró en marzo que la cúpula de Arcelor-Mittal aceptase, a propuesta suya, incluir en sus planes el proyecto de sustitución del horno alto B de la factoría en Gijón por otro nuevo, que podría estar operativo entre 2010 0 2011.

La decisión es estratégica para la siderúrgica asturiana, porque, además de permitir a la región elevar su producción de acero líquido hasta los 5,7 millones de toneladas, obligará a modernizar también la acería LD-III de Avilés y aumentar su capacidad con una nueva línea de colada continua.

Conseguido el objetivo por el que venía peleando desde hacía dos años, el sindicalista anunció su marcha del consejo de administración de Arcelor-Mittal. Cumple así el compromiso adquirido con Comisiones Obreras para turnarse en el puesto, como consejeros independientes en representación de los trabajadores.

Culmina de esta manera una larga y provechosa trayectoria para la siderurgia asturiana que arrancó ya con su incorporación al consejo de administración de la antigua Aceralia (1998-2004), hasta que la empresa pública se convirtió en la privada Arcelor.

Posteriormente, tras el acuerdo de fusión con el magnate Lakshmi Mittal, la siderúrgica pasó a denominarse Arcelor-Mittal. Lito se mantuvo en el consejo de administración durante una compleja etapa inicial de integración y reorganización. Y más cuando públicamente había mostrado su rechazo a la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Mittal.

El líder sindical ugetista del Metal y la Construcción realizó su labor desde una doble trinchera: la de la defensa de las reivindicaciones laborales y la de modernización de las plantas de la principal empresa de de la región, entre las más productivas y competitivas del grupo .

Su papel fue importante para impulsar distintos proyectos que afectaban no sólo a las instalaciones fabriles, sino al modelo laboral. El último y más complejo fue la aplicación del plan Arco, discutido no sólo por los otros sindicatos, sino incluso desde las propias filas ugetistas.

Los resultados fueron palpables, con un incremento de la productividad y competitividad que, unido a la calidad de la producción, situaron a las plantas asturianas a la cabeza de las instalaciones siderúrgicas del mundo. Un modelo que Arcelor-Mittal se ha comprometido a extender al resto de sus plantas.

En la trayectoria de Lito hay otra labor silenciosa: la búsqueda de inversiones para la región, de la que pueden hablar empresarios asturianos que ahora apoyan su reconocimiento.