Oviedo, Patricia MARTÍNEZ

Se acerca el verano y con ello la temporada alta de rescates en la montaña asturiana. El equipo de Bomberos de Asturias tendrá que movilizarse para todo tipo de emergencias, incluidas torceduras de tobillo y ligeros descalabros. Una mezcla de temeridad, falta de prevención o mala suerte pueden convertir una tranquila salida a la naturaleza en una mala experiencia, pero hay formas de evitarlo y la mayor parte de estos episodios tiene final feliz.

El secretario del grupo de montaña «Las Xanas», José Antonio Peña, relativiza el asunto y afirma que «el peligro existe también en la calle Uría». Va más allá y explica que «cuando no hay riesgo te relajas y en montaña vas más atento». Aunque atentos y prevenidos, los amantes de la montaña saben que los accidentes ocurren, y en este caso hay que llamar al 112. En Asturias, el servicio se localiza en La Morgal (Llanera), y en caso de rescate en mar, montaña o rastreo, el aviso se deriva al grupo de rescate de Bomberos. La Guardia Civil también tiene un grupo de montaña y, aunque este tipo de emergencias se debería coordinar, en la práctica «acude el que primero se entera», reconoce Javier Medina, teniente jefe del área de Cangas de Onís.

El grupo de rescate de Bomberos de Asturias realizó en 2007 173 rescates, la mayor parte los fines de semana de los meses estivales. La cobertura del 112 es casi total pero a veces falla. Antonio Álvarez, de Pravia, estaba haciendo un «corredor de hielo en las Tres Marías, del lado leonés de Pajares», y ya descendiendo resbaló y cayó 300 metros, lesionándose el tobillo. Donde estaba no había cobertura y su compañera tuvo que caminar horas hasta que logró avisar al grupo de montaña de la Benemérita en Mieres.

Pero más que en la cobertura, los Bomberos ven el problema en la poca difusión del servicio. Lamentan no estar «lo suficientemente integrados como para intervenir en cualquier tipo de incidencia».

Es difícil ponerle precio a un rescate. El coste del helicóptero, el combustible y la fuerza de trabajo de los rescatadores puede contabilizarse, y en el grupo de rescate suizo Rega Grand se cobra, a los no federados, unos 9.000 euros por minuto. En Asturias este servicio no cuesta nada. Todas las emergencias están cubiertas por Bomberos y Guardia Civil. En algunas comunidades cobran si consideran que el accidente se debe a una negligencia, pero la norma en España es prestar ayuda de forma gratuita.