Oviedo, Ángel FIDALGO

La costera de la anchoa (bocarte) de este verano está en el aire en todo el Cantábrico. Al menos hasta junio la flota continuará amarrada, a la espera de que los científicos hagan públicos sus informes, que en el mejor de los casos será a mediados mes. Para complicar más aún la situación, los franceses piden más cuotas de capturas a costa de los pescadores del norte de España.

El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Dimas García, participó ayer en una reunión en París con representantes del sector pesquero galo y de las administraciones española y francesa.

En el encuentro se abordó también el cobro de las subvenciones por el paro biológico de la anchoa. Esa cuestión está en parte solucionada, según Dimas García. En principio, no hay problema alguno para que los pescadores asturianos cobren las ayudas por dejar de pescar anchoa durante un plazo de cuarenta días, entre el 5 de mayo y el 30 de octubre.

En ese período, los pescadores han de precisar qué días concretos dejaron de faenar, para que cada marinero pueda cobrar 3.000 euros de ayuda. Las embarcaciones percibirán entre 12.000 y 30.000 euros, en función de su tamaño.

Estos plazos no satisfacen a los pescadores asturianos. «Nosotros pedimos que el plazo para contabilizar los 40 días de parada se extienda desde el 25 de abril hasta el 31 de diciembre, que es el período en el que paramos en Asturias, para que de esta manera los que en junio quieran dejar el paro para iniciar la costera del bonito lo puedan hacer», explicó Dimas García.

Otro problema pendiente de solución es el de las cuotas de pesca. Hasta antes de la reunión de ayer el tope de capturas de anchoa para la flota del Cantábrico oscilaba entre 7.000 y 8.000 toneladas, pero los franceses reclamaron en el último momento más aumento de capturas en detrimento de los barcos españoles, que verían descender su tope máximo hasta las 6.300 toneladas. Dimas García teme que los científicos con sus últimos informes rebajen estas capturas.

«Nosotros les ofrecimos a los franceses un 5 por ciento más de lo que pescaban el año pasado con la condición de que no faenaran en primavera, para que no coincidieran con sus grandes redes con nosotros, pero no sólo no aceptaron sino que pidieron el doble», explicó el representante de los pescadores asturianos.

Si finalmente los informes científicos dan vía libre y permiten que la pesquería de la anchoa se abra a mediados del próximo mes, es factible que los barcos más pequeños del Cantábrico puedan pescar cerca de la costa entre cien y doscientas toneladas de anchoa, de acuerdo con los cálculos de los gobiernos de España y Francia.