Oviedo,

María J. IGLESIAS

La nueva política agraria comunitaria dejará a los ganaderos asturianos sin compensaciones por la desaparición de la cuota lechera, prevista para 2015 y en la que se han invertido, desde los años ochenta, varios millones de euros. En la actualidad, los 2.900 ganaderos asturianos que quedan en el sector se reparten 630.000 toneladas de cuota lechera al año. Tomando como referencia el precio al que se paga la leche en el campo -unos 45 céntimos de media-, el valor de los cupos lecheros suma unos 300 millones de euros.

La medida no ha hecho ninguna gracia a las organizaciones agrarias de la región. El presidente de Asaja en Asturias, Ramón Artime, aseguró ayer que el desmantelamiento de la política agraria comunitaria llega en el peor de los momentos posibles.

Lo cierto es que las reformas que plantea Bruselas -centradas en la reducción de ayudas y la liberalización del sector lácteo- suponen, en la práctica, herir de muerte el sistema, que se creó para mantener las rentas del sector agrario y evitar excedentes. En el plano económico, la PAC ha conseguido sus objetivos. No ha tenido tanto éxito a la hora de garantizar el abastecimiento de los mercados. Así lo avalan el alza imparable de los precios y la escasez de alimentos que se detecta en los mercados europeos. La Comisión Europea también ha decidido eliminar los incentivos a la producción de biocarburantes, con el objetivo de no desviar materias primas de las redes de comercialización de alimentos.

Asaja exigió ayer a las autoridades comunitarias que respondan ante los importantes retos que se presentan, como crisis alimentaria, alzas de precios y nuevas demandas energéticas.