Oviedo, Luján PALACIOS

Las intensas lluvias que empapan el Principado desde finales de abril han llenado los embalses de la región. Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente se ha alcanzado el nivel más alto de reservas de agua de un mes de mayo de los últimos nueve años. En sólo 30 días, se ha acabado la escasez de lluvias y las reservas de agua están casi completas.

Las presas asturianas estaban esta semana al 88,61 por ciento de su capacidad. La semana anterior habían alcanzado el 90,1 por ciento. ¿Cómo es posible que haya bajado el porcentaje, si no ha dejado de llover? Pues por las mismas precipitaciones: se ha realizado un desembalse de agua en Salime como medida preventiva, dado que la presa estaba al borde de su capacidad de almacenamiento y las previsiones avanzan que continuará lloviendo.

La cautela es lógica. Si la presa de Grandas de Salime acumula demasiada agua, los desembalses pueden provocar inundaciones en las zonas de vega, por lo que se ha procedido a aliviar el nivel de agua antes de que la lluvia lo obligue. En Salime se soltaron 26 hectómetros cúbicos de agua, con lo que el nivel global de agua embalsada en los pantanos asturianos ha descendido hasta el citado 88,61 por ciento.

En total, las reservas de agua asturianas son, actualmente, 451 hectómetros cúbicos, con los embalses cerca del lleno. En el de los Alfilorios, con una capacidad de 8 hectómetros cúbicos, hay embalsados 7. En el caso de la presa de Arbón, con una capacidad de 38 hectómetros, las reservas son de 33 hectómetros; en el embalse de Doiras, hay almacenados 115 hectómetros sobre los 119 de capacidad total y en La Barca, la reserva de agua llega a los 32 hectómetros, sólo dos por debajo de la capacidad global de almacenamiento. El embalse de Grandas de Salime está casi lleno, con 226 hectómetros, mientras que el de Tanes-Rioseco también está a punto de llegar al límite: tiene almacenados 36 hectómetros cúbicos, y su capacidad total es de 38. Únicamente la presa de Somiedo permanece en niveles bajos, con 2 hectómetros cúbicos de agua, algo menos de la mitad de su capacidad.

Los datos acumulados evidencian que las lluvias caídas en el último mes han situado la media de la cantidad de agua almacenada en los embalses asturianos muy por encima de la media de los últimos nueve años para el mismo período.

Si el total de agua acumulada en las presas asturianas en la actualidad es de 451 hectómetros cúbicos, en el mismo período del año pasado había 445 hectómetros. La media de mayo de los últimos nueve años es de 428 hectómetros cúbicos.

Las últimas precipitaciones han hecho también que se haya alcanzado el registro máximo de almacenamiento en lo que va de año, después de un invierno excepcionalmente seco en la región, en el que llovió tres veces menos de lo habitual.

El nivel total de reservas era en el mes de enero de unos 300 hectómetros cúbicos, el más bajo de los últimos nueve años, según los datos del Ministerio.

Desde entonces, la cantidad de agua embalsada no ha dejado de aumentar. No obstante, aún no se han alcanzado los máximos del año pasado, en el que, después de un invierno mucho más lluvioso, se rozaron los 470 hectómetros cúbicos en febrero.

Los buenos datos en cuanto a precipitaciones incluyen también a Cataluña, la región más castigada por la sequía. Las reservas de esta comunidad ya superan el 35 por ciento, cuando hace sólo 40 días rondaban el 20 por ciento. Las previsiones apuntan a que las lluvias continuarán también en la próxima semana, con lo que el nivel de los pantanos catalanes seguirá aumentando.

En cuanto al conjunto de la Península, los embalses siguen estando por debajo de los niveles del año pasado. En total, hay embalsados 31.111 hectómetros cúbicos, lo que supone el 57,29 por ciento de la capacidad total de almacenamiento. Las cuencas que menos aportes han recibido son la del Guadiana y la atlántica.