El posible motivo del crimen aportado por la Guardia Civil, que Borja V. G. -en el centro de la imagen superior, el día de su declaración ante el Juzgado de Cangas del Narcea- quería zanjar su relación con Sheila Barrero para volver con otra joven, no fue tomado en serio por los jueces. La ausencia de móvil plausible fue otra de las razones que movieron al sobreseimiento provisional del caso, a la espera de nuevas pruebas que permitan el procesamiento del verdadero asesino. Aunque por la forma en la que fue encontrado el cuerpo se pensó que había sido objeto de una agresión sexual, los posteriores análisis descartaron esta posibilidad. Las especulaciones sobre el crimen han sido variopintas. La forma en que fue asesinada, un disparo en la cabeza efectuado desde la parte trasera del vehículo de la joven, como si se tratase de una ejecución, ha hecho albergar incluso la hipótesis de un ajuste de cuentas, pero Sheila Barrero, que trabajaba de camarera en un local de copas de Villablino, no tenía relación conocida con el mundo de la droga.