Oviedo, Idoya RONZÓN

Asturias tiene bajo su tutela unos cien menores marroquíes llegados a la región desde finales de 2006 y que colapsan y casi monopolizan los centros de primera acogida y de protección del Principado. Sólo en el centro del Fundoma y el Materno Infantil ya hay más de treinta, según apuntó ayer el fiscal coordinador de menores, Jorge Fernández Caldevilla, que alertó sobre la llegada «masiva» a Asturias de estos niños y adolescentes, la mayoría indocumentados, que ha repercutido en el sistema de justicia de menores de la región. Fiscalía, Delegación del Gobierno, Cuerpo Nacional de Policía, representantes del Principado (Consejería de Bienestar Social) y del Gobierno central (ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores) mantuvieron el pasado lunes una reunión en Oviedo para estudiar la posible repatriación de estos menores, algo «nada fácil» y para lo que tienen que confluir varios factores.

Esta avalancha de menores extranjeros ha provocado problemas, algunos bastante serios, de enfrentamientos con educadores, que obligaron a contratar a vigilantes para los centros de protección. También se dan algunos casos de menores en situaciones muy deterioradas, con problemas de consumo de drogas, que en Asturias no se habían presentado, como es la inhalación de disolvente, según el fiscal. Fernández Caldevilla señala además que la edad de llegada al Principado es cada vez menor. «Antes solían tener 16 años. Ahora hasta 10, 12 y 13».

Con esta reunión, las administraciones pretenden elaborar un protocolo de actuación para abordar el problema. No obstante, según el fiscal, la repatriación no es tarea fácil, ya que, en muchos casos, muchísimos, el menor está indocumentado. Además, el regreso no puede realizarse sin garantizar que, en su país de origen, el menor va a ser atendido por su familia, o sea, un país que tenga unos servicios sociales adecuados.

Las administraciones y la fiscalía estudian un plan para llevar a cabo repatriaciones. Desbordados

Sólo en el Materno y en el Fundoma hay más de treinta. El resto se reparte entre Sograndio y los centros de protección.

Enfrentamientos

Los ha habido en muchos centros. El fiscal de menores califica la situación de preocupante.