Oviedo, María José IGLESIAS

Álvaro Ramírez de Haro Aguirre, el hijo menor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el vizconde de Murillo, Fernando Ramírez de Haro, se casó el pasado viernes con su novia Astrid Thams Labayen, de origen asturiano por parte materna. Aguirre fue la madrina del enlace, que se celebró en La Granjilla, la finca que los hermanos Aguirre Gil de Biedma poseen en la localidad madrileña de El Escorial.

La pequeña capilla de La Granjilla fue el escenario de la ceremonia religiosa. El banquete y la fiesta posterior también tuvieron lugar en la finca, que es lugar de descanso habitual de la familia de la política del Partido Popular. Fue el mismo entorno elegido para la boda del propio matrimonio Aguirre y la de su hijo mayor, Fernando. Al igual que ocurrió aquella vez, Esperanza Aguirre no quiso grandes fastos ni una boda mediática. Uno de los motivos, según ella misma explicó, es la situación de crisis económica que atraviesa el país.

En esta ocasión también se redujo al máximo la lista de políticos en activo presentes en el enlace. Únicamente acudieron como invitados José María Aznar y su esposa, Ana Botella, que Aguirre justificó alegando que el ex presidente del Gobierno ya no ostenta ningún cargo oficial. Aunque Ana Botella es concejal en el Ayuntamiento madrileño, su asistencia se justificó por el hecho de ser la mujer del ex líder popular.

El matrimonio de Álvaro Ramírez de Haro con una asturiana estrecha aún más los lazos que la familia mantiene con la región. De hecho, Esperanza Aguirre y su esposo veranean habitualmente en Pravia, donde la familia política de la dirigente popular posee un palacio que está en el centro de la villa. A Esperanza Aguirre le encanta visitar Asturias, donde puede practicar el golf, que es su deporte favorito. Todo el clan se siente muy vinculado a Pravia, donde es habitual verlos paseando en la época estival.

La novia destacó por su elegancia. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, Astrid Thams Labayen -que pertenece a una conocida familia vinculada a la diplomacia y al mundo de los negocios- lucía un vestido sencillo, de corte clásico y en tono marfil. La fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada.