Oviedo, Antonio LORCA

Los precios de los alojamientos costeros para el mes de agosto en primera y segunda línea de playa en Asturias siguen siendo los mismos que los del año pasado, y en algunos casos, un poco más caros. La región es una rara avis en el panorama nacional, donde lo normal es la caída. Al menos así se desprende de los datos ofrecidos por la empresa de tasación Tecnitasa en un estudio en el que han analizado más de 75.000 alquileres.

Sobre el terreno. Si el año pasado una casa en primera línea de playa en Tapia de Casariego, de 80 metros cuadrados, costaba 2.055 euros, este año costaría 2.100, un poco más. Ése es el comportamiento normal que se registra en la franja costera regional.

Estos datos no se corresponden con los del resto del país, ya que las casas en las costas españolas han sufrido un descenso en su precio para el mes de agosto cercano al 10 por ciento. La crisis económica ha reducido el número de turistas extranjeros que vienen a pasar su verano en las costas españolas. También el turismo nacional ha descendido. Muchas familias reducen el tiempo de sus vacaciones o bien directamente las anulan.

Este panorama económico ha provocado que el valor de las casas en primera línea de playa en el mes de agosto se haya contraído. Por ejemplo, una casa de 65 metros cuadrados en la localidad alicantina de Benidorm costaba el año pasado 1.530 euros. Este año puede encontrarse por 1.300 euros. Un apartamento en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, de 80 metros cuadrados, costaba el año pasado 2.045 euros en el mes de agosto y este año uno de 70 metros cuadrados podría adquirirse, en el mismo mes, por 1.600 o menos. Incluso, zonas muy tradicionales como el paseo de la Concha de San Sebastián han sufrido la contracción de la demanda y han tenido que descender el precio de una forma muy significativa.

¿Por qué en Asturias no se ha notado ese descenso de los precios? ¿Qué diferencia los alojamientos de la costa asturiana de los de otras partes de la geografía española para que sus precios se mantengan inalterables? Para los expertos, la respuesta está en la reducida oferta, que no ha crecido en Asturias, donde la demanda sigue siendo alta. De tal forma que, aunque se haya podido reducir el número de gente interesada en adquirir una vivienda vacacional por la crisis económica, sigue habiendo suficiente demanda como para cubrir toda la oferta. Y en estas circunstancias no es necesario bajar el precio para alquilar las viviendas. Teoría de los bienes escasos.

Para los que aún busquen un sitio barato y con playa donde pasar el mes de agosto, el informe de Tecnitasa refleja que los destinos más asequibles, con precios que no llegan a superar en la mayoría de sus costas los 2.000 euros, se encuentran en la costa mediterránea de Valencia hacia abajo. Algunos puntos de Galicia y de Canarias también son muy competitivos en precios. Por ejemplo, el mes de agosto en un apartamento de Torrevieja de 65 metros cuadrados saldría por 1.100 euros. Un piso de 80 metros cuadrados en Zapillo, Almería, costaría unos 1.000 euros. Si se prefieren las costas del Cantábrico, en la localidad coruñesa de Fisterra un piso de 80 metros cuadrados en el mes de agosto le costaría una nómina a un mileurista.

Pasa a la página siguiente