Oviedo, M. P. / J. E. M.

El PSOE convirtió ayer su valoración sobre el posible regreso de Álvarez-Cascos a la política en un ataque contra Mercedes Fernández, la ex delegada del Gobierno en Asturias y persona que confirmó el interés del ex vicepresidente de Aznar. El portavoz de los socialistas en la Junta General del Principado, Fernando Lastra, no dudó en señalar que Fernández «debería elegir entre su trabajo en la Sindicatura o su labor como portavoz del PP, de un sector del PP o de un militante del PP». Lastra recordó que la labor política no es compatible con el trabajo de síndico, ya que éste «precisa independencia y objetividad, algo que no hay cuando se defienden intereses partidistas o de un sector de un partido». «Llueve sobre mojado», subrayó, para achacar a Fernández buena parte de las filtraciones y el uso político que hace el PP de informes de la Sindicatura.

«Fernández debe ser responsable en su trabajo y saber que lo que hace no es compatible», añadió Lastra, que sobre la vuelta de Cascos se limitó a señalar: «Es un tema del PP y si de lo que se trata es de discutir sobre algo lo primero que hay que hacer es dar el paso y no permanecer emboscado». Lastra no conocía ayer, cuando habló, las palabras de Cascos sobre la Alta Velocidad que hoy recoge LA NUEVA ESPAÑA.

En IU, el coordinador de la coalición, Jesús Iglesias, se lo tomó con humor. «Pobre Cascos, con su trayectoria, y nadie le llama en su partido y parece un novillero pidiendo una oportunidad. Es realmente sorprendente». Iglesias considera que éste no es el mejor momento para hacer la crítica, «justo cuando van a acabarse los túneles de la Variante», pero traslada al PP todo el peso del debate político: «Quien tiene que pronunciarse es Ovidio Sánchez». «Se veía venir, la intervención durante la entrega de los premios en Avilés fue esperpéntica, hasta alguien tan soberbio como Cascos sabe que no era lugar para hablar de política».