Oviedo, Antonio LORCA

La gran ola ya se puede predecir. En las costas asturianas aparecen en ocasiones olas gigantes, como la que se pudo observar en Gijón en marzo del 2008, cuando un temporal azotó el Cantábrico y dejó para la historia una de 13,30 metros. Hasta ahora no se podía pronosticar cuándo se produciría uno de estos sorprendentes fenómenos, pero el equipo de investigación del nuevo Instituto de Hidráulica Ambiental, de la Universidad de Cantabria, ha logrado un método que está dando resultados y que se basa en el estudio estadístico de los fenómenos extremos.

El grupo que dirige Íñigo J. Losada lleva cuatro años trabajando en proyectos de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, en la órbita de la Unesco. El ingeniero Fernando J. Méndez, miembro de ese equipo, explica que el comportamiento de las olas «no es igual en invierno que en verano, varía a lo largo del año, y lo que hemos hecho es aplicar un modelo estadístico no estacionario para cuantificar eventos extremos». Según cuenta, lo que se ha logrado es crear una metodología original, basada en la estadística, que permite estudiar valores extremos en las variables ambientales oceanográficas, como el nivel del mar, la altura de las olas o el viento.

Melisa Menéndez, que también participa en el proyecto, justifica la dificultad de previsión en el hecho de que «en todo un año puede que no se hayan dado eventos extremos, y los eventos extremos necesitan de un análisis estadístico especial, que dé resultados con menos incertidumbre que en la actualidad».

Los estudios de estos investigadores han sido publicados en revistas especializadas como «Coastal Engineering» o «Geophysical Research» y en un futuro serán fundamentales para evitar inundaciones e influirán en la forma de gestionar las costas. También serán determinantes a la hora de llevar a cabo infraestructuras en zonas próximas a las playas.

La Coruña, Gijón y Bilbao

Los investigadores cántabros ya han estudiado cuáles son los lugares de España donde se registran olas de mayor tamaño. También dan información acerca de las fechas en las cuales estas olas gigantes suelen producirse. De manera que La Coruña es la zona donde se alcanzan las olas más grandes del país de una forma más regular. Entre los meses de octubre a abril se registran en la costa coruñesa olas que llegan a estar por encima de los ocho metros.

- A continuación, las zonas de Bilbao y Gijón, entre diciembre y enero, reciben olas que pueden superar los siete metros de altura. También a Cádiz llegan grandes olas, entre los meses de diciembre a enero, y pueden superar los seis metros. Por debajo están las olas que se registran en la costa valenciana, donde sólo alcanzan alturas que van entre los 3 y 3,5 metros; con picos en el inicio de la primavera y en la época en la que se produce el fenómeno de la gota fría, que suele ser entre los meses de septiembre y octubre.