Gijón, J. MORÁN

«Tercer carril». Dos simples palabras, pero un mundo de dificultades ferroviarias que harán del AVE que algún día alcance Asturias un tren más lento de lo corriente. Dicho tercer carril, más la compleja catenaria que necesita, limitará la velocidad de los AVE a 220 kilómetros por hora, pese a que el Ministro de Fomento, José Blanco, acaba de garantizar que «Asturias tendrá un AVE que circulará a 300 kilómetros por hora» en su acceso a la región por la Variante de Pajares. Además, instalar el tercer carril implica colocar unas traviesas especiales, circunstancia que podría obligar a cambiar más de 150.000 de esos elementos en las vías que atraviesan Asturias entre Pola de Lena y Gijón.

La Variante contará con vías de ancho internacional y el tercer carril, también denominado «triple hilo», consiste en añadir un raíl lateral. Por tanto, el resultado son tres carriles: los AVE utilizan los dos que distan entre sí 1.435 milímetros -el ancho internacional, o ancho europeo-; y los trenes de mercancías usan los que están separados por 1.688 milímetros, el ancho español, o ancho Renfe. En consecuencia, uno de los tres carriles es común a cada uno de esos anchos.

Además de su montaje en los túneles de la Variante, el ministro Blanco anunció que «se instalará un tercer carril en los tramos que sea necesario» fuera de ellos, lo que permitirá el paso tanto de trenes de Alta Velocidad como de trenes de mercancías. Esos otros tramos serán los del trazado entre Pola de Lena, Oviedo y Gijón, ya que también en ese trayecto los AVE compartirán vías con trenes de mercancías, o también con los de cercanías.

Las limitaciones de velocidad que impone el tercer carril fueron verificadas en una vía de ensayos del Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), situada entre Olmedo y Medina (Valladolid). Los ensayos, con un tren de Alta Velocidad, se realizaron en 2002 y la conclusión fue que la vía de «tres hilos» es apta para velocidades máximas de 220 kilómetros por hora en ambos anchos de vía, según informes publicados posteriormente y consultados por LA NUEVA ESPAÑA. Dicha limitación, y otras similares, siguen vigentes en la actualidad en el tramo Tardienta-Huesca, donde el «triple hilo» se instaló en 2007. La limitación de 220 kilómetros por hora es la correspondiente a una vía principal, pero cuando el tren tenía que tomar un desvío de vía -pasar por un cambio de agujas-, su velocidad debía disminuir a 100 kilómetros por hora.

Dichas restricciones son debidas a que el «triple hilo» precisa de aparatos de vía muy complejos; más, incluso, que los de las líneas de Alta Velocidad. Por ejemplo, en un desvío de vía hacen falta ocho motores, como mínimo, que muevan los carriles, los cuales, una vez desplazados, llevan el tren hacia una vía derivada. Ocho motores que han de funcionar a la perfección, porque la vía que empujan va a recibir un tren a gran velocidad.

Además, el «triple hilo» tiene otra dificultad agregada. Los tres raíles están dispuestos de modo que hay dos carriles exteriores y uno interior. Éste último tiene que cambiar de lado en numerosos puntos, para permitir los desvíos de cada tren a un lado o al otro. Ese tercer carril ha de ser también movido mediante ocho motores y en el punto donde se produce el cambio de lado los trenes han de reducir su velocidad a 100 kilómetros por hora.

Estos mecanismos están presentes en Tardienta-Huesca, pero a lo largo de unos 12 kilómetros, una longitud corta en comparación con los 50 kilómetros de la Variante Pajares, o con los 63 de Lena a Gijón. Ambas distancias en el caso asturiano obligarán a multiplicar los aparatos de vía, con cientos de motores para desvíos o para el cambio de lado del carril interior, y su instalación y mantenimiento resultará muy complejo.

Ademas, los tres carriles obligan a instalar una catenaria especial, con dos hilos y con conmutadores de tensión, pues un AVE necesita 25.000 voltios de corriente alterna, y un mercancías o un cercanías precisan 3.000 voltios de corriente continua. Dicha catenaria doble, que aporta más rozamiento al pantógrafo del tren, también limita el paso del AVE a 220 kilómetros por hora, según los informes de Olmedo. Por último, los tres carriles requieren una traviesa especial, salvo en los túneles de la Variante, donde se instalarán sobre placa de hormigón. Dicha traviesa consta de una cabeza más ancha para recibir los tres carriles. Pesa 400 kilos y está diseñada específicamente para soportar la asimetría de que los carriles tengan que soportar, o el paso del AVE, o el de un mercancías.

La técnica ferroviaria del «triple hilo» consiste en instalar una vía de tres carriles.

El carril exterior de la izquierda, por ejemplo, se opone a un raíl interior con una distancia de 1.435 milímetros, el ancho internacional, o ancho europeo, propio de los trenes AVE.

Ese mismo carril de la izquierda -de uso compartido- se opone al carril exterior de la derecha en 1.688 milímetros, el ancho de vía español, o ancho Renfe, de mercancías y cercanías.