Oviedo

La Consejería de Bienestar y Servicios Sociales del Principado impidió a unos padres, a los que retiró la tutela, visitar a su hijo de 9 años, operado de un tumor cerebral el pasado martes. El niño tuvo que ser intervenido el jueves por segunda vez para colocarle una válvula en el cerebro, según confirmó a «Europa Press» la representante legal de la familia.

Poco después de trascender públicamente la noticia, un portavoz de la Consejería declaró a la misma agencia de noticias que estudiarían autorizar las visitas de los padres «en cuanto los médicos lo permitan porque consideren que pueden ser beneficiosas para su recuperación y con el compromiso de los padres de que no alterarán al niño».

Bienestar se puso en contacto con la familia el pasado lunes, víspera de la primera intervención, para pedirles que acudieran a Servicios Sociales para comunicarles una noticia «grave». Fue allí donde les informaron del estado del menor, pese a lo que les denegaron la posibilidad de poder visitarle. Los padres del pequeño acudieron, no obstante, el martes al Hospital Central, donde fue intervenido y permanece ingresado en la uvi, sin que hasta el momento hayan podido verle.

Vicente Villanueva, de 41 años, y su esposa, Josefina Larralde, de 37 años, llevan casi dos años sin poder ver a cinco de sus hijos, tres niños de 16, 9 y 5 años y dos niñas de 11 y 8 años, que se encuentran en centros tutelados por el Principado. La Consejería tomó la decisión de prohibirles las visitas el 4 de octubre de 2007, al entender que los contactos con sus progenitores eran «negativos» para los menores. La decisión fue ratificada por la Audiencia Provincial de Asturias.

El Principado les retiró en 2002 la tutela de sus siete hijos y ordenó el ingreso en distintos centros de menores. Dos de ellos, un joven de 20 años y su hermana de 18 años, ya viven con sus padres al alcanzar la mayoría de edad.

El niño ingresó en el Hospital Central el 9 de julio, después de que se quejara de que le dolía la cabeza y se desmayase en el centro donde está internado. La abogada aconsejó a los padres que acudieran al hospital el día de la intervención para intentar verlo. «Sólo le pude ver en la camilla cuando lo sacaron del quirófano, y tampoco me dicen nada sobre su estado. Llamo todos los días para que me cuenten, pero ayer le tuvieron que volver a operar y nadie me ha llamado para explicarme cómo está», expuso el padre.

La familia ha presentado en el registro de la Consejería un escrito, redactado por su abogada, reclamando información y poder ver al niño por considerar que se trata de un caso «extraordinario». La letrada se mostró aún más sorprendida ante la negativa de Bienestar a permitir que una tía del pequeño y su hermana de 18 años puedan verlo. «En el hospital hay dos educadoras que no les dejan pasar y la información se la dan muy con cuentagotas; el niño está grave y esto es algo urgente», concluyó la abogada.