Oviedo, Marcos PALICIO

Esta Asturias es muy distinta que la de hace diez años. ¿Mejor? Ahí se agota el consenso. Profesionales de diversos ámbitos ponen la lupa sobre la década de la historia de Asturias gobernada por Vicente Álvarez Areces y se ponen de acuerdo en la conciencia de la magnitud del cambio estructural que ha experimentado la región, pero no en la lista de secuelas y asignaturas pendientes que esa mutación deja tras de sí. En estos diez años, asumen todos los consultados, Asturias ha dejado atrás una fortísima reconversión industrial para reorganizar su dieta económica. Se ha pasado al sector servicios sin librarse, opina la mayoría, de muchas dudas ni despejar enormes incógnitas como el despoblamiento y la diversificación económica del medio rural, la ordenación territorial del área central del Principado o el aprovechamiento de las oportunidades que ofrecía ese tránsito de aquella Asturias industrial a esta nueva comunidad de economía «terciarizada» en la que la Administración regional ejerce como la primera empresa empleadora.

l Aladino Fernández, geógrafo y ex alcalde de Langreo, enjuicia «positiva en términos generales» la interpretación en clave económica de un período en el que «se pudo regenerar la base de la economía asturiana, cambiándola. En el ámbito del empleo, se salvó el bache provocado por la reconversión, porque conseguir 100.000 puestos de trabajo y 40.000 empresas es un logro muy sólido y firme», tanto que «parecía imposible». Pero el «gran reto» de esa transformación necesitaba y sigue pidiendo, aclara Fernández, un aliado que Asturias no le encuentra: el desarrollo territorial. Su teoría adelanta que «el progreso económico debe ir siempre acompañado de políticas territoriales muy serias o aplicadas con severidad» y que en ese terreno a Asturias se le detectan «interrogantes, incertidumbres o lagunas desde el punto de vista de la ordenación del territorio». Los señala en el mapa: «Sólo hay que ver el área central, en desorden en cuanto a la localización de las infraestructuras».

Es el fracaso, concreta, de responder con el «crecimiento descontrolado» al nuevo modelo de organización territorial de la «ciudad difusa», en el que se extienden por todo el territorio las funciones que tradicionalmente desempeñaban las ciudades y que hace imprescindible llevar «infraestructuras, equipamientos y actividades» fuera del ámbito urbano. Y no ha cuajado, justifica, «porque en Asturias sabemos hacer ciudad bastante bien, pero en el campo solemos entrar como el elefante en la cacharrería. No hay técnicos en ordenación del territorio y se producen fenómenos como que Oviedo crezca hasta más allá de sus límites administrativos. ¿Quién controla eso?».

l Más hacia el campo, Luis García, gerente del programa Leader Valle del Ese-Entrecabos, observa «una evolución importante de la infraestructuras en el medio rural», ese ámbito en el que, sin embargo, «continúan faltando cosas y sigue siendo necesario mejorar». Y es precisamente aquello que más ha progresado en la última década, la diversificación de actividades, lo que pide más avances. Para García, con sus 19 años trabajando en el medio, «la economía del medio rural asturiano no es sólo agricultura o ganadería, hay otras muchas actividades, como el turismo rural, pequeñas empresas de diversos tipos, industrias agroalimentarias? Pero lo que plantea más dificultades es el sector agrícola y sobre todo el ganadero, con su línea descendente en el número de explotaciones. Por eso es preciso que actividades de otra índole sean capaces de absorber el empleo que se pueda perder en la agricultura o la ganadería».

El campo, pues, tampoco es lo que era. Por lo que hacen sus habitantes, pero también por cómo son, menos y más viejos. La fórmula para la población del medio rural, propone García, «no consiste tanto en fijar población como en atraerla. En muchas zonas se ha conseguido frenar el movimiento migratorio, pero eso no basta. El envejecimiento hace que la población baje».

l La demografía figura también en el debe de estos diez años, según la balanza de Holm Detlev Kohler, profesor de Sociología en la Universidad de Oviedo. Kohler retrata el envejecimiento como uno de los problemas estructurales «de larga trayectoria» que no remite en la región. «Asturias es la única comunidad que no ha crecido en habitantes en esta década», afirma. «Llegan pocos inmigrantes y muchos jóvenes cualificados han dejado la región», una dificultad «muy seria» que se completa con la concentración en torno al «triángulo central». Según su diagnóstico, «las alas y el interior se despueblan y el área central sigue sin estar integrada en un área metropolitana o un gran centro urbano interior. Es un centro muy poblado y diversificado, sí, pero administrativamente fragmentado y no integrado en un proyecto de desarrollo común. Ni las comunicaciones ni las infraestructuras están formando un área metropolitana integral, lo que supone para Asturias una notable desventaja respecto a otras zonas del norte con las que compite, como el gran Bilbao o el eje Vigo-La Coruña».

Y mientras estaba ocupada en reinventar su economía, continúa, Asturias se olvidó de aprovechar el boom inmobiliario recién quebrado, o al menos de sacarle tanto partido como otras comunidades. Según Kohler, «la región ha crecido en empleo dependiendo mucho de este sector, que ha vivido un crecimiento que no era sostenible ni se va a repetir, pero no hubo una regulación del sector de la construcción basada en la sostenibilidad, en el cuidado del medio ambiente o en la calidad de los edificios. Tampoco se ha creado un empleo de calidad y esto se nota ahora, al final del boom, porque los puestos de trabajo se destruyen rápidamente y muchas de las construcciones carecen de la calidad y sostenibilidad adecuadas para el siglo XXI».

l Del espíritu crítico responde Xuan Xosé Sánchez Vicente plantado delante de «la Asturias del despilfarro. Llegaron muchos miles de millones de euros tanto de fondos europeos como del Estado y los asturianos no hemos visto los frutos de ese dinero», afirma el escritor, profesor y fundador del Partíu Asturianista (PAS). La de los diez últimos años, continúa el alegato, ha sido también «la Asturias de la carencia de proyecto, porque todo consistió en hacer propaganda, inversiones ineficaces, sin rumbo ni definición». Y ni haciendo un esfuerzo encuentra el ex diputado regional «nada positivo en estos diez años. Es como la parábola de los talentos, cuando hay opción de hacer miles de cosas y no se hace nada, el resultado es un fracaso total», sentencia. Esa sensación de haber perdido el tiempo se le acrecienta cuando mira hacia la cultura y descubre en esta última década «una hostilidad a todo lo asturiano, desde el arte hasta la propia cultura. Los neoposmodernos que se intentan introducir en la Laboral no tienen ninguna conexión real con la sensibilidad asturiana y estos diez años tampoco han ayudado a que los asturianos despertasen conciencia de su importancia histórica ni a conformar una solidaridad interterritorial e intergeneracional asturiana. No somos nada».

l «Areces se coló cuando dijo aquello de las leyendas urbanas», le ataja el sacerdote riosellano José María Díaz Bardales. El párroco de Nuestra Señora de Fátima en La Calzada (Gijón) asegura que es esa de los emigrantes en busca de futuro «es la Asturias que yo veo. Nos quedamos sin jóvenes, porque no tienen dónde trabajar». Cuando mira por el retrovisor, observa motivos para el optimismo en «la recuperación de la Laboral, en El Musel recrecido, que era una necesidad, o en el nuevo hospital, pero sin olvidarse de los comarcales, porque Asturias no se debe agotar en el "ocho" del área central». Entre las asignaturas pendientes, «como cura y cristiano», le queda Covadonga: «Ya debería tener circunvalación».

«No se ha logrado integrar el triángulo central en un proyecto de desarrollo común»

<Holm Detlev Kohler >

Sociólogo

«El campo necesita actividades que absorban el empleo que pierden la agricultura y la ganadería»

<Luis García >

Gerente del Leader Valle del Ese

«Ésta es la Asturias del despilfarro y la carencia de proyecto, no veo nada positivo»

<Xuan Xosé Sánchez Vicente >

Profesor y ex diputado

«Ampliar El Musel y el Hospital hacían falta, pero Asturias no debe agotarse en el centro»

<José María Díaz Bardales >

Párroco de La Calzada

«Hay lagunas en la ordenación del territorio, sólo hay que ver el área central»

<Aladino Fernández >

Geógrafo