Ribadeo,

T. CASCUDO

El entorno de la ría del Eo podría estar convirtiéndose en una trampa mortal. Al menos para algunas aves rapaces, que en las últimas semanas han aparecido electrocutadas en las inmediaciones del estuario fronterizo entre Asturias y Galicia. El Ayuntamiento gallego de Ribadeo ha sido el primero en lanzar la voz de alarma, habida cuenta de que la ría y su entorno están catalogados como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

Desde el Consistorio ribadense denuncian la muerte de al menos dos aves protegidas al quedar enganchadas en un tendido eléctrico próximo a la ría. Por eso han enviado sendos escritos a la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia y a la compañía eléctrica que opera en la zona para que tomen las medidas oportunas encaminadas a dar protección a las aves que anidan y viven en el estuario.

Según el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, tanto la Consejería gallega como la empresa eléctrica «deben tomar cartas en el asunto» para «que este tipo de situaciones no se vuelvan a producir». El regidor explicó que la ría no sólo está catalogada como Zona de Espacial Protección de Aves, sino que también forma parte del convenio Ramsar, de humedales de importancia internacional, y de la recién creada Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón.

Desde el Ayuntamiento de Ribadeo ya han reclamado que se realicen las operaciones necesarias para aislar los cables, y que también se actúe sobre los postes de alta tensión que se levantan en la zona. «Son trabajos sencillos y de poco coste que impedirían que este tipo de situaciones se repitan», enfatizó el alcalde ribadense.

Los dos cadáveres de aves rapaces se localizaron muy cerca del municipio de Vegadeo, en la carretera nacional que une la localidad veigueña con la lucense de Ribadeo.

Además, fue el propio regidor ribadense quien presenció la muerte de una de las aves, mientras recorría en bici la citada carretera: «Junto a varias personas más pude ver cómo un ave rapaz, que intentaba emprender el vuelo cuando estaba posada en la línea eléctrica, cayó electrocutada cuando sus alas tocaron el cableado», relató Fernándo Suárez. Fue cuando se acercaron a comprobar el estado del pájaro cuando descubrieron que había otro cadáver en el mismo punto.

La denuncia del Ayuntamiento gallego de Ribadeo no es, ni mucho menos, la primera. De hecho, se suma a las ya efectuadas en este mismo periódico por expertos biólogos y ornitólogos, quienes llegaron a utilizar el calificativo de «pésimo» para referirse al estado de protección y conservación medioambiental de la ría del EO. También coincidieron en reclamar una figura de protección específica para el estuario.