Oviedo, L. G. / P. G.

El consejero de Economía, Jaime Rabanal, mostró ayer que el futuro de los servicios públicos, particularmente el de la sanidad, inquieta seriamente al Gobierno asturiano, máxime cuando los ingresos del Principado están menguando por la crisis y el gasto creciendo en proporciones análogas o incluso superiores a las registradas en los momentos de bonanza de la economía. «El problema está en que los gastos derivados de la prestación de estos servicios tienen un ritmo de crecimiento no solamente elevado, sino también superior al de los recursos disponibles para su financiación, circunstancia que pone en peligro su sostenibilidad», señaló el Consejero en unas declaraciones transmitidas por escrito.

Tales manifestaciones se producen después el Ejecutivo de Vicente Álvarez Areces decidiera realizar un ajuste extraordinario de los Presupuestos, recortando 101 millones de euros en gastos para destinar el dinero a garantizar el pago de la nómina del Servicio Público de Salud (Sespa) hasta final de año. Rabanal remarcó ayer que el Gobierno «jamás ha ocultado la necesidad de abrir un debate serio y reflexivo sobe la sostenibilidad del sistema sanitario y la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos». Ahora el Ejecutivo ha ido más allá. Según trascendió ayer, ya el 20 de julio pasado, el Gobierno informó a la patronal FADE y a los sindicatos UGT y CC OO de que elaborará un «análisis en profundidad» sobre la evolución del gasto en sanidad y otros servicios sociales y acerca de los criterios para hacerlo sostenible. El principio general es, indicaron fuentes del Ejecutivo, racionalizar los costes «sin reducir la calidad ni las prestaciones».

La opinión del equipo económico del Gobierno es que si no se frena la escalada del gasto sanitario, en parte vinculado al envejecimiento de la población asturiana, estará amenazada la viabilidad futura del servicio. Mas aún cuando en Asturias, al igual que en España, el ciclo económico ha cambiado de signo. «El gasto sanitario supone el 40 por ciento (unos 1.500 millones al año) del presupuesto total del Principado, así como el 6,9 por ciento del PIB asturiano, y se ha incrementado en el período 2004-2008 un 38,4 por ciento», destaca un escrito remitido por el departamento del consejero Jaime Rabanal.

Añade el texto que el crecimiento del coste conjunto de los servicios públicos asturianos ha sido significativamente superior al que ha experimentado la economía. «Si esta reflexión la trasladamos al momento actual, la disparidad en el incremento del gasto de los servicios públicos y de la economía pasará del 4,8 por ciento en 2008 al 12 por ciento en 2009». Esa cuenta viene a reconocer que los costes del Sespa se han vuelto a disparar este año, el primero en el que el deterioro de la economía está pasando factura a los ingresos de la Administración regional.

«La evolución del gasto sanitario en los últimos años ha experimentado un crecimiento superior al PIB nominal en todas las comunidades, y Asturias no es una excepción. Esta evolución se confirma con los datos disponibles sobre el comportamiento del gasto sanitario hasta el 31 de julio de 2009», se añade.