Oviedo, Antonio LORCA

La sensación que tienen muchos pescadores de salmón es que «siempre pagan los mismos», como afirma Raúl Sánchez Pérez, un avezado pescador de Pola de Siero, que suele desarrollar esta actividad en el río Sella. Este pescador, que tiene el récord de pesca de salmón en un año, cuando en 2004 atrapó 28 piezas, afirma que «los primeros interesados en que haya salmones en el río somos los pescadores», y no ve normal que sean siempre «los que nos llevamos los palos de todo».

Para él, esta propuesta de la Administración es «un desastre». Según lo ve, la reducción del número de salmones tiene poco que ver con la pesca y mucho con otros factores: «Falta tratar el problema de los cormoranes y de la pesca industrial en el mar». Raúl Sánchez pide que desde la Consejería «hagan algo, que investiguen y que no siempre vengan a por nosotros».

En este sentido se pronunciaba también Luis Peláez, diputado regional del Partido Popular, para quien «la nueva normativa da la impresión de querer culpabilizar a los pescadores». Según Peláez, lo que busca el Gobierno «es arruinar la frágil economía de las riberas asturianas». También considera un «robo» el hecho de que estas medidas se hayan propuesto después de que se acabara el plazo de solicitudes de permisos de pesca. El diputado popular considera que las medidas demuestran la «impotencia y la incapacidad del Gobierno regional», y anunció que su partido «va a reunirse con las asociaciones» y no descarta «llevar iniciativas al Parlamento europeo para alcanzar acuerdos incluso con países de fuera de la Unión Europea» y que están llevando a cabo «una explotación intensiva del salmón y otras especies», asegura Peláez.

Aunque las voces discrepantes con las medidas propuestas por la Administración son mayoritarias, también están los que consideran que éstas eran necesarias. En este grupo se encuentra Juan Antonio Lázaro, gerente del grupo de desarrollo rural del bajo Nalón, quien considera que las restricciones del Principado son «las oportunas» y que son «concretas, necesarias y que aún se quedan cortas en algunos aspectos, como en una mayor protección de la trucha y del reo».

Para Lázaro, ha habido «un compromiso de la Administración» para llevar a cabo «un plan integral del salmón», y estas medidas que se han propuesto «son una parte pequeña de ese plan, importante pero pequeña». En ese plan integral, asegura Lázaro, «habrá cosas que no dependan directamente del Gobierno regional», como es el tema de la pesca en aguas internacionales. También recalcó que el Gobierno regional va a tratar de que «Asturias tenga más peso en la Organización para la Conservación del Salmón del Atlántico Norte (NASCO)».