Oviedo, Antonio LORCA

El salmón no está en peligro sólo por la actividad de los pescadores en los ríos. Es lo que advierten los aficionados a esta práctica fluvial, muy preocupados por los recortes que el Principado pretende aplicar en la próxima temporada. A juicio de los pescadores hay otros frentes donde la administración regional debería de incidir: las especies depredadores del salmón, como la nutria y el cormorán, los pescadores furtivos, el impacto de las infraestructuras de las compañías eléctricas en los ríos, la pesca industrial en alta mar o la conservación de los caudales. Todos ellos son, a juicio de las distintas asociaciones, factores que ponen en riesgo la supervivencia del rey de los ríos asturianos.

Javier Loring, representante del Fondo Internacional para la Protección del Salmón (NASF), achaca el descenso del número de salmones, en primer lugar, a que los hombres «hemos matado demasiados, ya sea en el río o en el mar». Si bien es consciente de que hay otras causas que afectan al declive de esta especie en las riberas del Principado. Con respecto a los depredadores, Loring considera que «debemos de convivir con ellos pero hay que regularlos» y asegura que «no se les puede dejar hacer lo que quieran».

Otro de los aspectos del que algunos pescadores se vienen quejando es la pesca furtiva y el «escaso control» que hay en los ríos por parte de la guardería del Principado. En este sentido, Loring afirma que «habría guardas suficientes si estuvieran dedicados a los ríos, pero no lo están porque se les encargan otras funciones». Además, el problema de la pesca en aguas internacionales con alta tecnología «pesa mucho» aunque también «se ha avanzado considerablemente en este sentido». «Otra cosa» -matiza Loring- «es que haya pesca industrial furtiva en alta mar».

Para el representante del Fondo Internacional para la Protección del Salmón, uno de los principales problemas que tiene este pez es el de los saltos instalados por las compañías eléctricas en los ríos asturianos. «Lo que más daño nos ha hecho en Asturias son las eléctricas», sentencia. «En el Narcea hay un salto en su principal zona de desove y el Navia está destrozado entero por causa de las eléctricas».

En su opinión es «el Estado el que da las concesiones» y, por lo tanto, el que tiene que poner soluciones a este problema. Además, reclama que la Administración central «llegue a un acuerdo con la compañía eléctrica que gestiona el salto de Arbón, que no produce nada y coge más de 30 kilómetros del río Navia». En referencia a las medidas que ha propuesto la Consejería de Medio Ambiente, Loring las valora «positivamente», aunque considera que «hay que introducir algún índice corrector para suavizar el desánimo de los pescadores». A pesar de eso, le parece «bien que se haya tomado esta determinación» y pide «que todo el mundo entienda que alguna vez tendría que suceder algo así».

Alfredo G. Nicieza, investigador del departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, asegura «que se están atribuyendo causas alegremente» y considera que «lo que habría que hacer es obtener más información» para poder llevar a cabo medidas que sean realmente eficientes. Nicieza se queja de que «estando el salmón prácticamente en extinción en el Cantábrico se siga explotando». Se lamenta de que «no se dedica esfuerzo suficiente para abordar y resolver el problema».

«No sabemos los salmones que escapan a la pesca, ni qué porcentaje del stock se mata por causa de esta actividad y es una información básica», subraya este biólogo de la Universidad de Oviedo. Con respecto al problema de los depredadores, específicamente de los cormoranes, Nicieza afirma que «no se ha hecho un estudio serio». «Hemos podido saber que el estudio que se llevó a cabo se hizo de cualquier manera», apostilla.

En su opinión, «si se reconoce que hay un problema muy grave», lo que hay que hacer es «un esfuerzo importante por obtener información» acerca de lo que está sucediendo con el salmón y «tomar medidas conservadoras». Para él, «los recortes de pesca son positivos» y considera que las medidas de la Administración «son lo mínimo que se puede hacer». Si bien, asegura, «al mismo tiempo hay que estudiar e identificar las causas del problema para poder actuar después sobre ellas».

Amador Rodríguez, pescador y presidente de la asociación conservacionista Salter-Navia, considera que las medidas propuesta por el Principado son «insuficientes» y asegura que «cargar contra los pescadores no debería ser la medida fundamental». Lo más importante, en su opinión, es cuidar «la calidad de las aguas de los ríos asturianos» y considera el río Navia un ejemplo de un río en el que esta temporada «sólo se ha pescado un salmón» y en el que «no se ha cuidado la ría en absoluto». Muchos problemas para una especie casi en extinción.

Dos meses menos.

La temporada se iniciará el 15 de mayo y finalizará el 15 de julio (la fecha de inicio puede variar).

Días hábiles.

Los lunes y jueves durante toda la temporada habrá veda. Los martes, miércoles y viernes sólo se podrá pescar en cotos tradicionales y parciales. Los fines de semana también en zona libre.

Tallas y cupos.

Se establece un cupo máximo por pescador y año de 3 salmones. A partir del 15 de junio sólo se podrán sacrificar salmones con una talla de 45 a 75 centímetros.

Cebos.

Del 15 de mayo al 15 de junio se admiten todos los cebos los fines de semana y sólo mosca los martes, miércoles y viernes. Del 15 de junio hasta el 15 de julio, sólo mosca.