Gijón, J. MORÁN

Asturias figurará en el pelotón de los más lentos y a la cola de la Alta Velocidad española (AVE), e incluso de la europea, si se cumplen los tiempos de viaje que el Ministerio de Fomento ha anunciado para la conexión ferroviaria entre Madrid y Oviedo.

La velocidad media entre la capital del reino y la del Principado será la más baja de España para una línea de Alta Velocidad, según se desprende del ranking de velocidades comerciales de las líneas de AVE existentes. Los trenes con origen y destino en Asturias contarán con una media de velocidad de 176 kilómetros por hora, pero la mayoría de las otras relaciones -de Madrid a Barcelona y a Sevilla o, en su día, a Galicia- rebasa los 200 kilómetros por hora.

El concepto de velocidad media o velocidad comercial es el utilizado habitualmente para registrar los niveles de eficiencia de los AVE. Significa que un tren puede alcanzar puntas de velocidad de 300 kilómetros por hora -el límite legal español-, pero también tendrá que ralentizar su marcha en algunos puntos o desarrollar velocidades de salida o aproximación a una estación (el frenado a partir de una velocidad elevada dura unos cinco minutos a lo largo de 15 kilómetros).

La media de esas velocidades es la velocidad comercial y en conjunto se obtiene dividiendo la longitud del recorrido por el tiempo empleado. Éste es el parámetro que, por ejemplo, utiliza la Railway Gazette International en sus informes periódicos sobre la Alta Velocidad en el mundo. A partir de ello se obtiene una clasificación por países en la que Francia ocupa el primer puesto, seguido de Japón, Taiwán, las líneas Bélgica-Francia, el tren Eurostar del canal de la Mancha, y Alemania. Todos ellos rebasan las medias de 230 kilómetros por hora. Por último, figuran las velocidades medias de España, el país más lento en Alta Velocidad entre las naciones cuyos AVE rebasan los 200 kilómetros por hora de velocidad comercial.

Y dentro de los niveles españoles, lo que el ministro de Fomento, José Blanco, anunció el pasado julio para Asturias supondrá la velocidad más baja del país. Blanco prometió que la relación Madrid-Oviedo (de 455 kilómetros) será cubierta en 2 horas y 35 minutos, lo que arroja una velocidad comercial de 176 kilómetros por hora. En cambio, también en julio, el Ministro comprometió para Galicia, en el Pacto de Obradoiro, velocidades comerciales de 205 (La Coruña), 215 (Santiago) y 234 kilómetros por hora (Orense) -ver el gráfico adjunto-. Con una velocidad media de 215 kilómetros por hora, como la de Santiago, el viaje entre Madrid y Oviedo tendría que cubrirse en dos horas y cinco minutos, es decir, media hora menos de lo planteado por Fomento con una media de 176 kilómetros por hora.

Respecto al viaje Madrid-Gijón, Fomento no ha realizado previsiones, salvo al afirmar que la duración será menor de tres horas. En el supuesto favorable de que este viaje dure 2 horas y 50 minutos -15 más que hasta Oviedo-, la velocidad media de todo el trayecto será de 168 kilómetros por hora.

Estas velocidades en la relación Madrid-Asturias serán en su momento las más bajas de España para una línea de AVE. Por encima de ellas se halla en la actualidad la relación Madrid-Huesca, a 188 kilómetros por hora de media. Ésta es ahora mismo la más baja por incluir un subtramo entre Tardienta y Huesca con triple carril, esto es, con ancho internacional para el AVE y con ancho español para trenes de mercancías y de cercanías. A causa de la complejidad de la instalación del triple carril, la velocidad comercial entre Zaragoza y Huesca es tan sólo de 113 kilómetros por hora. Gran parte del trazado asturiano del AVE contará con ese mismo sistema de los tres carriles, concretamente, en la variante de Pajares y en el trayecto Pola de Lena-Oviedo-Gijón.

La mejor velocidad comercial de España es en este momento Guadalajara-Zaragoza, a 241 kilómetros por hora. Vienen después Madrid-Zaragoza y Madrid-Barcelona, con 236 kilómetros por hora. El AVE pionero español, el de Sevilla, se mantiene en 202 kilómetros por hora y el de Valladolid, en 193 kilómetros por hora. No obstante, estas velocidades están llamadas a incrementarse en un futuro próximo. Renfe pretende cubrir Madrid-Barcelona en 15 minutos menos, en unas 2 horas y 25 minutos. También se espera que la relación Madrid-Valladolid mejore en el futuro. En ambos casos es necesario que se ponga en funcionamiento el nivel 2 del ERTMS (Sistema de Gestión de Tráfico Ferroviario Europeo), que permite velocidades punta de 350 kilómetros por hora.

La velocidad de una línea de AVE depende de cinco factores. Primero, de la potencia de las locomotoras (los tres tipos de AVE que circulan en España -Talgo, Siemens, Alstom- pueden alcanzar los 350 kilómetros por hora o más). En segundo lugar, influyen las características de la infraestructura (radio de curvas, diámetro de los túneles, etcétera). Tercero, los sistemas de señalización. Cuarto, las condiciones de explotación. Y quinto, la velocidad máxima que señale cada Estado.