Oviedo, M. Á. G.

«Éste es un premio para todos los asturianos, porque "Nuberu" somos todos. Es un sentimiento, una forma de entender la cultura asturiana». Con estas palabras recibieron ayer Chus Pedro Suárez y Manolo Blanco Peñayos el galardón de «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA correspondiente a junio, concedido por la aportación del dúo de El Entrego a la promoción de la cultura y la tradición de la región.

Los integrantes de «Nuberu» también agradecieron el trato dispensado a lo largo de su dilatada trayectoria artística por los medios de comunicación y, en particular, por LA NUEVA ESPAÑA. «Para nosotros es una distinción cargada de complicidad y cercanía por el apoyo que hemos recibido en estos últimos treinta años», aseguraron.

Suárez y Peñayos acudieron a la entrega del «Asturiano del mes» acompañados por Pablo Xuan Manzano, presidente de la Fundación Nuberu; Álvaro Cortina, «Varo», coordinador de la exposición «Ya llovió: 30 años de Nuberu», y los músicos Julio Sánchez-Andrade y Gabino Antuña. Por parte del periódico estuvieron presentes en la entrega de la distinción Melchor Fernández Díaz, consejero de Editorial Prensa Asturiana; Ángeles Rivero, directora de LA NUEVA ESPAÑA, y Mario Antuña, jefe de la edición de las Cuencas.

Melchor Fernández, tras explicar los criterios para la elección de los «Asturiano del mes», destacó la contribución de «Nuberu» a la cultura asturiana a lo largo de una carrera artística «rica e intensa» y de «un larguísimo período de vigencia». En la misma línea, el consejero de Editorial Prensa Asturiana remarcó la capacidad del dúo de El Entrego para «renovar la audiencia y conseguir la adhesión de personas de varias generaciones», algo que resulta «casi milagroso y sólo posible cuando debajo hay una sustancia muy grande», argumentó Fernández Díaz.

Chus Pedro Suárez y Manolo Peñayos recibieron a continuación los atributos del «Asturiano del mes»: una primera página elaborada expresamente para la ocasión; una caricatura de los homenajeados hecha por el dibujante Pablo García y una estela conmemorativa, obra de José María Legazpi. «Recibir esta distinción es un privilegio y un orgullo», explicó Chus Pedro. En una línea similar se expresó Manolo Peñayos. «"Nuberu" somos mucho más que dos, somos la gente que nos sigue y nos apoya. El galardón que hemos recibido es un reconocimiento de casa», apuntó.

Los integrantes de «Nuberu» adelantaron, asimismo, que los atributos del «Asturiano del mes» -al igual que la medalla de plata de Asturias y la medalla de oro de San Martín del Rey Aurelio- formarán parte de la exposición itinerante sobre la trayectoria del grupo, que estos días puede verse en Langreo y que a partir del 3 de diciembre podrá visitarse en la Casa de Asturias en Madrid. La muestra repasa la historia del grupo e incluye entre sus contenidos fotografías, instrumentos musicales, proyecciones audiovisuales y grabaciones.

Tras el acto de entrega de la distinción, los homenajeados disfrutaron de una distendida comida en la que la conversación osciló entre las alineaciones históricas del Unión de El Entrego, las rutas senderistas de San Martín, la exquisitez de «les fabes verdines» o los viajes promocionales a Madrid de finales los años setenta en un «dos caballos». Aquellos periplos eran aprovechados por Chus Pedro Suárez para hacer escala allá donde jugara el Sporting, una de sus grandes pasiones. Peñayos, menos futbolero, sólo recuerda, en cambio, «el frío que hacía en el campo del Valladolid».

«Nuberu» -parapetado ahora «en las montañas de Egipto en un tiempo de observación y descanso», después de treinta años de años de intensa y fructífera carrera musical- no descarta, sin embargo, una futura vuelta a los escenarios con bríos renovados «para descargar rayos y tormentas». La música lo agradecerá.