Doctor en Filosofía, editor en español de «El libro del Yihad», de Averroes

Oviedo, Javier NEIRA

La Fundación Gustavo Bueno acaba de publicar la primera traducción al español de «El libro del Yihad» de Averroes, filósofo árabe-cordobés del siglo XII. La traducción la había realizado en su día Carlos Quirós, sacerdote, militar y arabista nacido en Pola de Siero en 1884 y muerto en la capital sierense en 1960. Permanecía inédita. La edición ha corrido a cargo de Manuel Enrique Prado, también natural de Pola de Siero, doctor en filosofía y actualmente profesor en el instituto pontevedrés de Porriño. Más allá de la curiosidad erudita Quirós realizó la traducción para, después del desastre de Annual de 1921, conocer mejor las tácticas de guerra islámica y así poder combatir eficazmente al temible enemigo magrebí.

-¿Cómo se encontró con la traducción de «El libro de la Yihad» de Averroes?

-En el año 2004 las sobrinas de Quirós habían traído desde Madrid su legado con la ayuda de Carlos Martino, párroco de Pola de Siero. Y una de ellas, Virginia Álvarez Quirós, me ofreció verlo. Carlos Quirós no me sonaba mucho. Indagué y Étienne Gilson lo cita en «La filosofía en la Edad Media» y también Gustavo Bueno en el estudio titulado «Materia». Empecé a atar cabos, analicé el legado y descubrí cosas importantes desde el punto de vista de la historia de la filosofía.

-¿Qué había en el legado?

-Por ejemplo una traducción de un libro de Averroes, titulado en castellano «La destrucción de la destrucción», que se creía perdido. Apareció más o menos la mitad. Y también la traducción de un compendio de derecho malekita, el derecho islámico que rige en el Magreb. Una historia muy borgiana en donde aparecen traducciones que aparentemente no existían. Algo muy bonito para los que estamos metidos en estos asuntos.

-¿Quién fue Carlos Quirós?

-Nació en Pola de Siero y murió en Pola de Siero. Era sacerdote y militar. Siendo aún joven, ya estaba interesadísimo en el mundo árabe así que se presentó a una oposición de traductor dentro de la esfera militar. Lo destinaron como capellán castrense al norte de África y allí, en los años veinte, quizá conoció directamente el desastre de Annual.

-¿Le marcó?

-Al menos vivió los coletazos. En aquella batalla murieron 13.000 soldados españoles y por ahí se empieza a entender por qué Quirós decide traducir «El libro del Yihad».

-¿Por qué?

-Las cabilas de Marruecos tenían unas estructuras y características que era importante conocer y que estaban ligadas a cuestiones antropológicas y tribales pero también a la yihad que desde los siglos XVII y XVIII está presente en esa zona. Tradujo a Averroes en los años veinte para conocer las tácticas de combate musulmanas en el Protectorado español del norte de África.

-En el libro de Averroes...

-En realidad es un capítulo del libro «Bidaya», de Averroes, que se puede traducir como introducción, digesto o código. La «Bidaya» es un libro jurídico que explica la regulación de la vida de todo musulmán en función del Corán. En este caso explica cómo se regula la guerra contra los cristianos.

-Así que cómo se hace la guerra.

-Explica cómo hacerla, cómo tratar a los vencidos, las penas a aplicar, qué se debe hacer con el botín o si se conquista un territorio qué estructura jurídica va a tener. Es muy importante considerar que todos los códigos tenían como referencia la vida del Profeta. Por un lado, el Corán y por el otro, la Sunna que recoge los datos de lo que hizo el Profeta para aplicarlos después a cualquier musulmán. Hay una fuerte relación entre religión, vida del Profeta y derecho musulmán.

-Pero Averroes es un posthelenista.

-Claro, es el gran comentador de Aristóteles. Comentó todas sus obras menos la «Política». Interesante omisión. Lo que hizo fue comentar la «República», Platón era importante entonces en el Islam oriental, en lo que ahora es Irak. Averroes trata de aplicar la Sunna y el Corán a la vida diaria con la lógica aristotélica.

-¿Casan?

-Lo hace casar. En la introducción de la «Bidaya» hay una parte que parece calcada de las refutaciones sofísticas de Aristóteles. La analogía, un elemento esencial en Aristóteles, lo es también en el derecho malekita. Algo fascinante.

-¿Qué Averroes maneja Quirós?

-Tiene los originales árabes, no todos, y algo en hebreo. Las ediciones que entonces se manejaban, algunas fechadas en Fez o en Egipto. España no tenía traductores, lo que llamaban trujimanes. Trataron de construir una escuela de estudios árabes como la que tenía Francia. Quirós fue uno de los encargados de montarla en Tetuán. Averroes es el paso a la modernidad. Es el fulcro o trampolín del mundo árabe hacia la modernidad. Si rearticulan esa filosofía tienen el equivalente al renacimiento cristiano.

-¿Y popularmente?

-Santo Tomás trató de demostrar la existencia de Dios. Dio una importancia enorme a la analogía hasta el punto de que es un horror para un fideísta. Para nuestros alumnos de secundaria, en Galicia, hemos introducido a Averroes. Pero en el mundo árabe lo que tienen que saber es el Corán.

-¿Qué tienen en común la Yihad de Averroes y la actual?

-Son parecidas. Averroes escribe en un tiempo en fricción con el mundo cristiano. Los árabes distinguen entre el territorio del Islam y el territorio de la guerra. Eso funciona siempre en la Yihad. Pero el terrorismo de Al Qaeda es otra cosa. Sería como hablar de raíces cristianas de ETA, considerando el contexto histórico donde surgió.

-¿Ayuda a entender Al Qaeda?

-La filosofía de la Yihad es eterna, debe regirse siempre por los mismos criterios. Pero políticamente en el mundo actual ya no caben aquellas guerras santas.