Oviedo, Raquel L. MURIAS

Adiós al campanu, el primer salmón pescado en los ríos asturianos cada temporada. Los aficionados a la pesca sostienen de forma unánime que la restrictiva normativa para 2010 publicada ayer pone en serio peligro de extinción la tradición más emblemática de los ríos asturianos. Puesto que la norma establece algo más de un mes de pesca sin muerte para abrir la temporada, los aficionados consideran que si tienen que devolver al río lo pescado no habrá manera de determinar quién se lleva la «gloria» de capturar el primer salmón. Por ello, demandan un dispositivo que permita certificar quién fue su primer pescador. La Consejería, en cambio, se inclina por reformular la tradición. Es decir, convertir el campanu en el primer salmón pescado a partir del 1 de mayo y hasta el 15 de julio, cuando está permitida la pesca con muerte.

La normativa ha sembrado, casi a partes iguales, la división en el mundo salmonero (un colectivo de 6.000 pescadores de salmón en una región con unas 35.000 licencias de pesca). Entre los molestos destaca el representante de los alcaldes ribereños en el Consejo Regional de Pesca, el regidor socialista de Soto del Barco, Jaime Menéndez Corrales. Este alcalde ha presentado su dimisión en el Consejo en medio de severas críticas a los responsables del cambio de normativa, propiciado por el departamento de la viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández.

Entidades como la Real Asociación Asturiana de Pesca consideran que la solución que el Principado ha dado para atajar el desplome de capturas del pasado año (sólo se pescaron 356 salmones) es la idónea. Otras, en cambio, transmiten una honda irritación y aseguran que muchos pescadores van a renunciar a sus cotos y a pedir la devolución del dinero pagado si les tocan días de pesca sin muerte. No quieren pagar para tener que devolver el pez al río. La viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, asegura que al menos todos los pescadores que lo soliciten podrán disfrutar de un día de pesca con muerte. La Administración regional ya ha establecido cauces para devolver el dinero.

La normativa salmonera más restrictiva de los últimos años ha abierto un intenso debate entre los aficionados a la pesca y, en especial, entre los devotos del rey de los ríos asturianos, el salmón. La asociación con más miembros de la región, la Real Asociación Asturiana de Pesca, con más de tres mil socios, defiende la normativa por necesaria. El vicepresidente de esta entidad, Avelino Menéndez, sostiene: «Admitimos y apoyamos esta resolución, la vemos adecuada a la situación. No se puede negar que hay pocos salmones en los ríos asturianos y hay que preservarlos».

Una postura similar, favorable a mayores restricciones de las capturas, defienden desde la asociación de pescadores La Socala del Esva, que ronda los seiscientos socios. Su presidente, Gil Ramón Rico, manifiesta que «se han limado posturas y ya no es tan intransigente como en un primer momento, cuando el borrador quería reducir la pesca a dos meses». La nueva normativa prevé cuatro meses de temporada, pero, de ellos, sólo dos meses y medio serán de captura tradicional. En el resto del tiempo sólo se permite la pesca sin muerte.

La asociación Fuentes del Narcea (con seiscientos socios) también apoya la norma. Consideran que incluso «podría ser más restrictiva». Su presidente, Román Herrero, asegura que «hay que aprender a devolver el salmón al río, como se hace en otros países, y disfrutar de la pesca de otra manera».

Pero la nueva normativa no convence a la mitad del colectivo de pescadores. Las dos grandes asociaciones de pesca del Oriente y el centro-occidente, El Esmerillón y Las Mestas del Narcea, no han encajado bien este cambio normativo. Desde la asociación de pescadores Las Mestas del Narcea (más de mil quinientos socios), Celestino Pérez, presidente del colectivo, considera que Medio Ambiente ha flexibilizado su postura frente a las pretensiones iniciales, «pero no podemos decir que nos gusta; no obstante, la respetamos». A su juicio, la Consejería «está apretando a los pescadores y exigimos que se controle el cormorán, se persiga a los furtivos y se controlen los vertidos».

El Esmerillón (mil quinientos socios) también se opone. Dice Antón Caldevilla, presidente del colectivo, que la nueva normativa «va contra el pescador. Son unos provocadores, no han tenido para nada en cuenta las opiniones de los ribereños y no hacen más que pegar palos de ciego». Caldevilla cree que el Principado «concentra sin sentido toda la pesca en quince días».

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Novedades

La temporada se abrirá por primera vez con un período de pesca sin muerte, del 21 de marzo al 31 de abril.

Los jueves y los lunes no se podrá pescar. El año pasado sólo se vedó la pesca un día.

El cupo máximo por pescador será de tres salmones por temporada. El año anterior el cupo era de ocho.

Del 1 de mayo al 15 de julio se permitirá pesca con muerte.

A partir del 15 de junio sólo se podrán pescar salmones de 45 a 70 centímetros.