Queridos Reyes Magos, en las Navidades de 2004 nos trajeron a los españoles un juguete educativo, muy esperado, que en principio serviría para acabar, o al menos disminuir, lo que algunos/as quisieron llamar violencia de género. No obstante, ya sea porque era un mal juguete, ya sea porque estaban mal las instrucciones de juego, ya sea porque le faltaban bastantes piezas, después de cinco años jugando, muchos hombres y mujeres de España, nos hemos dado cuenta de que no estamos obteniendo ese objetivo.

Por eso, para 2010, me gustaría que nos trajeseis un modelo avanzado de ese juguete, que al menos debería tener.

1.- Un nuevo nombre, creo que es mejor que se llame «Ley de violencia familiar», en España el género a secas no es nada, ya que el género es masculino o femenino, y llamar al nuevo juguete ley de violencia de género femenino o ley de violencia de género masculino estaría mal visto y no sería muy compatible con nuestro mejor juguete educativo, la Constitución española, que dice que los hombre y las mujeres somos iguales en todo.

2.- Con este nuevo juguete educativo, Ley de violencia familiar, podríamos jugar todos, tanto los hombre como las mujeres, y lo podríamos usar en todos los supuestos, es decir, en parejas o matrimonios heterosexuales y homosexuales, y tanto cuando la violencia la haga un hombre contra la mujer, la mujer contra el hombre, la mujer contra la mujer o el hombre contra el hombre.

3.- Además, este nuevo juguete educativo, Ley de violencia familiar, podríamos usarlo sin problemas en todas las escuelas y explicar a los niños y niñas que tiene el mismo valor lo que hace un niño a una niña que lo que hace una niña a un niño.

4.- También sería bueno que este nuevo juguete tuviese muchos niveles, y que dependiendo de la dificultad del nivel, en realidad de la gravedad, podamos usar unas u otras herramientas para pasar de fase. Es decir, que la violencia familiar tuviese varios grados, desde muy leve a muy grave, pasando por leve, menos grave, y graves, y que según el nivel en que estemos podamos usar terapias, medidas de intervención familiar, puntos de encuentro, mediación familiar, psicólogos, etcétera.

5.- Sería muy importante que en las instrucciones del juego se hiciese hincapié en que el castigo por sí solo no tiene efectos preventivos, y que para llegar a la fase final del juego y obtener la mayor puntuación posible es bueno usar todas las medidas de prevención que los jugadores tienen a su disposición, entre ellas y con mejor resultado, la educación en la igualdad.

6.- Por cierto, también sería bueno que en esas instrucciones se dijera que uno de los objetivos del juego es aprender a proteger a los menores y conseguir que sobre todo los niños y niñas puedan mantener la comunicación y contacto con sus progenitores.

7.- Bueno, Majestades, les podría pedir muchas cosas más, pero si de verdad me trajeseis este nuevo juego educativo, que puede servir para que entre todos, hombres y mujeres, pongamos fin a la violencia familiar, desde un plano de plena igualdad, sin abusos ni distinciones por causa de sexo, me haríais el juez más feliz del mundo y ayudaríais a muchos niños y niñas a que sigan teniendo a papá y a mamá, y muchos hombre y mujeres a entender que cuando se separan o divorcian dejan de ser esposos o pareja, pero no dejan de ser padres o madres, con todas las obligaciones que ello conlleva y el único derecho que implica: «convivir y ver crecer a sus hijos/as».

Gracias, Majestades, hasta el año que viene, y este juguete nuevo me lo podéis dejar en el Congreso de los Diputados, Carrera de San Jerónimo. Madrid.