Oviedo, Pablo GONZÁLEZ

El hielo, incómoda herencia de la «nevadona» de los últimos días, se mantuvo ayer como principal quebradero de cabeza para los asturianos en el primer día laborable tras el fin de semana blanco. Además, como daño colateral, la nevada en Madrid y su efecto en el aeropuerto de Barajas, se tradujo en la cancelación de cinco vuelos con el Principado y cientos de viajeros asturianos atrapados en la T-4 madrileña. Hoy la cota de nieve sube por encima de 1.200 metros y las temperaturas estarán sobre cero.

El hielo obligó a casi 30.000 estudiantes asturianos a quedarse en casa. Hasta un centenar de colegios e institutos cerraron sus puertas (el 27 por ciento del total), afectando a 20.000 escolares, el 16,12 por ciento del alumnado. Curiosamente el viernes, primer día de clase tras las vacaciones de Navidad, sólo cerró sus puertas medio centenar de centros. Mientras, el cierre del campus del Cristo, en Oviedo, dejó en casa a 8.598 universitarios. Hoy está previsto que se reanuden las clases universitarias. En el resto de facultades repartidas por Oviedo no hubo excesivos problemas y la clases se desarrollaron con normalidad.

Las zonas escolares más afectadas por la nieve fueron las de las Cuencas Mineras, donde se suspendieron casi la mitad de las clases de Primaria y Secundaria (31 centros). En Avilés y en la zona occidental el temporal obligó a dejar en sus casas a los alumnos de 36 centros (casi el 35 por ciento del total). En Gijón y en el Oriente la incidencia alcanzó a 17 colegios (el 16 por ciento), y en Oviedo a 16 (casi el 20 por ciento).

Las quejas de colectivos vecinales y políticos fueron otra de las constantes del día de ayer por la falta de limpieza de las zonas heladas. Se escucharon en las ciudades y villas, sobre todo en Oviedo, Siero y las Cuencas. Pero también en la cárcel. UGT denunciaba «el abandono y dejadez» en la que se mantiene a la penitenciaría de Villabona. El sindicato asegura que desde el sábado y hasta ayer era imposible acceder por carretera a la prisión, para indignación de funcionarios y familiares de presos, que tuvieron que aplazar o suspender las visitas.

A todo ello hay que añadir los pequeños accidentes de tráfico de «chapa y pintura» y los resbalones y caídas en las calles de las principales ciudades de la región, que multiplicaron el trabajo en los servicios de urgencias. Sólo en cuatro días, el 112 recibió casi 15.000 llamadas, muchas de ellas solicitando información.

Los puertos y altos de montaña que permanecían ayer cerrados al cierre de esta edición, entre otros, son: Arnicio, Connio, Tarna y Rañadoiro. Para circular por una treintena, como Ventana o el Pozo de las Mujeres Muertas, era necesario el uso de cadenas. Y más de una quincena de carreteras regionales y comarcales estaban cerradas. En Pajares y el Huerna la jornada discurrió con normalidad.

A pesar de todo, en general, la región comienza a recuperar la normalidad. Las cuadrillas de mantenimiento, ayudadas por la mejora del tiempo, luchan contra el hielo con la sal y la salmuera como principales aliados. En todo el país los fabricantes esperan vender este año 485.000 toneladas destinadas al deshielo. Sólo la Dirección General de Carreteras, de la que dependen autovías como la Minera (AS-I) o la de la Industria (AS-II o «I») ha gastado en los últimos cuatro días 1.000 toneladas. La cifra es significativa ya que desde que se puso en marcha el plan regional contra la nieve, en octubre pasado, se han utilizado 1.558 toneladas de sal.

El operativo regional está compuesto de 300 personas para mantener abiertas las principales vías de comunicación.