Mieres / Langreo,

A. L. / M. Á. G.

Vecinos, comerciantes y organizaciones políticas de las Cuencas mostraron ayer su «indignación» por la «falta de previsión» de las administraciones locales a la hora de afrontar el temporal que estos días azota la región. Las críticas fueron generalizadas, aunque se concentraron con mayor intensidad en Mieres y Langreo.

En Langreo, numerosos vecinos expusieron su malestar por el estado de las calles y de las carreteras de acceso a la zona rural. «El fin de semana no se vio ni un operario limpiando o echando sal en Sama, ni siquiera en los accesos al centro de día. Estamos muy indignados porque no entendemos cómo puede haber esta falta de previsión en pleno siglo XXI», explicaron fuentes de la Asociación de Comerciantes de Sama (Acosa). PP, el grupo municipal de IU-BA y el PC también denunciaron el «abandono» y el «pasotismo» del Ayuntamiento. El concejal de Obras, Juan Miguel Muñoz, aseguró que el Ayuntamiento hizo lo que estuvo en su mano para combatir el temporal. En Mieres, la oposición, la Federación de Asociaciones de Vecinos y numerosos ciudadanos mostraron su enfado. «Las ambulancias no han podido subir, no hemos podido ir a trabajar y un bebé al que tenían que llevar al pediatra no pudo bajar; ha sido un espectáculo dantesco», se quejaba Ana María Casado, de Pandel de Berruga, en Turón. El gobierno de Mieres aseguró que «se reforzó el retén de guardia de obras», que actuó tanto en la zona urbana como en la rural, «con el apoyo también del personal de limpieza y basuras» y se dio prioridad «a servicios como el hospital». Ambos ayuntamientos aseguraron que echaron más de 40 toneladas de sal.