San Martín (Teverga),

V. DÍAZ PEÑAS

Veinte toneladas de sal, un tractor con una cuña quitanieve, una cuba y cuatro empleados municipales. Éstos son todos los medios de los que dispone el concejo de Teverga para hacer frente al invierno más crudo de la última década. El caso de Teverga, que ayer era el municipio de Asturias con más pueblos aislados por el temporal, no es único. Escasez de medios para luchar contra la «nevadona» de este concejo montañoso, límite natural con la comunidad vecina de Castilla y León a través del puerto de Ventana, es similar a la otros municipios de la cordillera Cantábrica con poca población, unos 2.000 habitantes, y muy dispersa sus 170 kilómetros cuadrados de extensión.

Esa reducida lista de medios y recursos se queda corta ante temporales intensos como el que azotó Asturias en los últimos días. Con más de cuarenta núcleos habitados dispersos por el territorio y decenas de carreteras locales por limpiar, el trabajo es más que intenso. Una historia que se repite en todos los concejos asturianos próximos a la cordillera Cantábrica.

Para el Ayuntamiento de Teverga, mantener limpias las carreteras de acceso a los pueblos es toda una prioridad. Saben que suponen un gasto importante para las arcas municipales, pero mantienen que se trata de una inversión necesaria. «El invierno significa mucho gasto en sal y también más horas extra de los empleados municipales. Aun así, lo de menos es el dinero que nos gastamos. En estos casos lo importante es dar servicio a todos los pueblos. Igual no tenemos dinero para otras cosas, pero la limpieza de las carreteras y pueblos es prioritaria», sostiene la alcaldesa de Teverga, María del Carmen Fernández.

En lo que va de invierno, Teverga ha gastado once toneladas de sal y hace unos días se ha realizado otro pedido de 10 toneladas más. El Ayuntamiento dispone de un tractor con una cuña quitanieve y una expendedora de sal, así como una cuba de bomberos que sólo funciona en zonas sin mucha pendiente. Además, una quitanieves del Principado se encarga de limpiar las carreteras regionales. A todo ello se unen cuatro operarios municipales que reparten sal y quitan nieve. Todo ello no impide que, a veces, algunos pueblos queden incomunicados del resto del concejo.

Y es que en temporales como el de este fin de semana, los medios disponibles se revelan insuficientes para tener atendidos, simultáneamente, a todos los núcleos de población. Con tantos pueblos, el Consistorio tiene que hacer turnos para limpiar las carreteras. Por las mañanas se abren determinadas vías de acceso y por la tarde el resto. Al día siguiente se invierte el orden y así se intenta mantener abiertos todos los accesos.

No obstante, como no es posible actuar en todos los sitios a la vez, hay ocasiones en que muchos de los pueblos quedan incomunicados, aunque sólo sea por unas horas. Con esa estrategia la mayoría de las carreteras está abierta en algún momento de la jornada. Pero donde no llegan las quitanieves siguen los problemas. Como explica la Alcaldesa, los operarios municipales se encargan de repartir sacos de sal por los pueblos para que los propios vecinos la extiendan por las calles del núcleo, recordando los trabajos comunales propios de la sextaferia. En esta labor también colaboran los operarios. Y es que en Teverga, como en el resto de concejos de la cordillera Cantábrica, saben que cuando el invierno aprieta, lo mejor es colaborar y sobrellevar la nieve y el hielo como mejor se pueda. Están más acostumbrados que en los concejos más habitados de la zona central, donde los vecinos rara vez tiran de pala.