El Principado de Asturias redujo su competitividad bancaria en los últimos ocho años, pasando de la posición número 14 y una puntuación de 3,32 en el año 2000 hasta los 3,10 puntos en 2008, cuando descendió a la posición 17 del ranking de competitividad, según el último número de los Cuadernos de Información Económica de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

Dentro dicho número, titulado 'La travesía del desierto' y consultado por Europa Press, la economista Brenda Fernández plantea en la publicación de Funcas la elaboración de un índice sintético de competitividad del sistema bancario español, que utiliza para evaluar su impacto sobre la creación regional de empresas, teniendo en cuenta, además, la dimensión de éstas.

Según el indicador de competitividad resultante (volumen de créditos y depósitos en términos de PIB; peso de los créditos al sector privado sobre el total de créditos concedidos; número de oficinas por cada 1.000 habitantes; número de empleados por oficina; cuota de mercado de oficinas de cada entidad y ratio de eficiencia), la comunidad autónoma española con un sistema bancario más competitivo en 2008 era Madrid, con una puntuación de 4,9, frente al 3,1 obtenido en Asturias, que ocupa el último puesto.

La primera posición de Madrid se atribuye a su liderazgo en volumen de créditos y depósitos, y el hecho de que Asturias ocupe la última posición en el ranking de competitividad se debe a que en cinco de las siete variables se sitúa por debajo de la media, con puntuaciones particularmente bajas en actividad crediticia o densidad de la red de oficinas.

En términos relativos, sin embargo, solo seis comunidades han experimentado repuntes en el índice sintético, a saber: Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía, Extremadura, Madrid y Canarias. En concreto, la escalada de Murcia de cinco puestos en el ranking se atribuye al fuerte aumento en el volumen de créditos sobre el PIB de la región, especialmente los concedidos al sector privado. La caída más importante, de nueve posiciones, ha sido la experimentada por Navarra, debido fundamentalmente al descenso de los depósitos, así como al deterioro de la eficiencia del sector bancario.

EUROPA PRESS