Madrid / Oviedo,

Efe / L. PALACIOS

El número de inmigrantes que se empadronan en Asturias no deja de crecer. El año pasado lo hicieron 6.315 personas, con lo que el Principado pasó de 40.804 a 47.119 inmigrantes, un 15 por ciento más que en el año 2008. Esto es, la población extranjera que figura en el padrón supera ya a la de Langreo, el quinto concejo con más habitantes de Asturias.

En el conjunto de España se empadronaron durante 2009 unos 5,6 millones de inmigrantes, lo que significa unos 400.000 ciudadanos más respecto al año anterior, y con crecimientos en todas las comunidades autónomas, según los datos definitivos del padrón municipal correspondiente al último año, que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el caso del Principado, el número de extranjeros se ha multiplicado por ocho en la última década, que partía con una cifra de unos 6.000 inmigrantes y ahora ya supera los 47.000. La ciudad que más extranjeros acoge es Oviedo, según los datos del INE, con 15.568 empadronados en 2009. El hecho de registrarse en el padrón, un registro administrativo donde constan los vecinos de un municipio, constituye para los inmigrantes la llave de acceso a derechos como la sanidad y la educación, y procede con independencia de que tengan o no residencia legal en el país.

La llegada más intensa de inmigrantes a Asturias, donde la comunidad más numerosa es la rumana, se produjo en el año 2007, precisamente tras la entrada en la Unión Europea de Rumanía y Bulgaria y el consiguiente desplazamiento de ciudadanos de estos países hacia España.

Los ayuntamientos españoles tenían inscritos en 2009 un total de 5.648.671 extranjeros, frente a los 5.268.762 del ejercicio 2008. En cambio, el número de inmigrantes con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor es llamativamente inferior. A fecha de septiembre de 2009, el número de estos últimos era de 4.715.757. La cifra de ciudadanos extranjeros registrados en el padrón prácticamente se ha sextuplicado en apenas una década.

Conforme a los datos de 2009, más de dos millones y medio de extranjeros son originarios de países de la UE; otros 217.000 son europeos de países no comunitarios; 900.000 son de África y casi dos millones proceden de América Latina y de América del Norte, aunque en este último caso en mucha menor proporción. El colectivo nacional con mayor presencia es el marroquí, seguido del rumano y del ecuatoriano. Todas las comunidades autónomas registran crecimientos. Los más elevados se producen en Andalucía (casi 52.000 empadronados extranjeros más respecto a 2008); Madrid (58.000) y Comunidad Valenciana (42.000).

Estos datos trascienden en medio de la polémica surgida en varios municipios por el empadronamiento de los extranjeros. La controversia arrancó en la catalana Vic, que intentó vetar el padrón a los inmigrantes sin papeles, aunque semanas después, y tras perder un informe a la Abogacía del Estado sobre la legalidad de su propuesta, decidieron acatar la ley que se aplica en estos momentos.

Vic es una de las ciudades del interior de Cataluña que acoge un mayor porcentaje de población foránea. Los extranjeros son allí unos 9.000, el 23 por ciento de los habitantes de la ciudad, una media que ha crecido cinco puntos en siete años. Lo mismo ocurrió en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. En ésta, el Ayuntamiento impedía el empadronamiento a los inmigrantes en cuyo pasaporte figurase el visado de turista y a los que no acreditaban disponer de 20 metros cuadrados de vivienda por persona si compartían piso. Finalmente, el municipio se echó a atrás.