Oviedo / Nava, J. A. O. / M. M.

«No acudimos al juez por dinero, sino para denunciar una clara injusticia que hubiera podido evitarse si la empresa hubiera actuado correctamente». Ésta es la valoración que hace la pareja residente en Nava integrada por J. I. M. M. y M. J. M. M. de la sentencia judicial por la que Aucalsa, concesionaria de la vía de peaje entre Asturias y la Meseta, deberá indemnizarle con 900 euros, de los que casi 850 corresponden a «daños morales». El magistrado considera que la compañía no dispuso los medios necesarios para evitar que los navetos, y otros cientos de conductores, quedasen atrapados durante seis horas en la autopista del Huerna el 14 de diciembre de 2008, en medio de la nevada.

Además, el magistrado niega que aquel suceso pueda considerarse de fuerza mayor o impredecible, y sostiene que los medios de Aucalsa frente al temporal fueron «absolutamente insuficientes». El juez también entiende que la concesionaria, que ha recurrido el fallo, debió haber procedido al cierre de la autopista con «mayor prontitud» y que está obligada a «garantizar» una «circulación fluida y rápida». Los afectados consideran que la sentencia se ajusta a lo que ocurrió en el Huerna en diciembre de 2008, culpando del caos a la empresa.

Según explican, de regreso de visitar a unos familiares en Zamora, transitaron sin mayores problemas hasta que llegaron al punto de peaje de La Magdalena, ya en el Huerna. «Pagamos, y a los pocos metros ya nos obligaron a parar. Allí tirados estuvimos entre las seis y veinte de la tarde y las once y pico de la noche, cuando una máquina del Ejército consiguió sacarnos del enorme embotellamiento», explica J. I. M. M., quien asegura que un responsable de Aucalsa le dijo que «el problema era que no había personal suficiente para hacerse cargo de la maquinaria antinieve».

Una vez liberado su coche, ya en el entorno de la medianoche, la pareja se dirigió a las inmediaciones de la ciudad de León en busca de un hotel, al que llegaron pasadas las dos de la madrugada. Con la sentencia debajo del brazo, los navetos aseguran que todo se hubiera podido evitar con información, más medios o un cierre preventivo similar al del pasado diciembre.