Oviedo, L. Á. VEGA

El «caso Garzón», es decir, su posible procesamiento por prevaricación por intentar juzgar los crímenes del franquismo y su probable suspensión, tiene dividida a la judicatura. Los jueces conservadores estiman que el auto del juez Luciano Varela -por otro lado, un magistrado progresista- que señala el posible delito de Garzón es «impecable». Los adscritos a la asociación que fundase el propio Varela, Jueces para la Democracia, sostienen que la actuación de Garzón no fue opuesta a la legalidad.

El magistrado ovetense Antonio García, portavoz de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura, defendió la actuación de Varela, «un magistrado que tiene una preparación, un bagaje y una meritoria que no se pueden poner en duda». Sobre un posible enfrentamiento entre Varela y Garzón, insinuado desde algunos medios, señaló: «Que se intente denigrar a Varela extendiendo la especie de que se mueve por ojeriza es un infundio vergonzoso». A quienes afirman que se arremete contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo respondió que «no se podría juzgar a ningún magistrado por tal cosa. Decir eso es una simplificación».

García, quien indicó que «Garzón no puede ostentar una posición de privilegio», señaló que el procedimiento para dilucidar su suspensión no es una decisión gratuita del Consejo del Poder Judicial, sino que viene marcado por la ley, una vez que el Supremo ha comunicado que pudo cometer un delito.

Agustín Azparren, magistrado de la sección primera de la Audiencia y miembro del Foro Judicial Independiente, calificó de correcta la actuación de Varela, aunque manifestó una doble extrañeza. «El momento en que se inicia el proceso de suspensión es extraño. Siempre se hace cuando se admite a trámite la denuncia o cuando se dicta auto de procesamiento», aseguró. Este último momento debe decidirlo ahora la sala segunda del Supremo. Azparren también se mostró sorprendido por el extenso auto de Varela.

Luis Roda, titular del Juzgado número 4 de Gijón, rompió una lanza en favor de Varela. «Es un juez muy preparado, dejó huella cuando estuvo en Lena y Avilés por su eficiencia. No va a dar un paso si no está seguro», indicó. En su opinión, el Código Penal es claro. «La responsabilidad penal se extingue con la muerte y además hay una ley de Amnistía. Si yo hubiese sido Garzón, no abro ese procedimiento, lo archivo. De ahí a decir que eso sea delictivo, hay un trecho», añadió.

Jueces para la Democracia indicó que la actuación de Garzón puede ser jurídicamente discutible, pero no frontalmente opuesta a la legalidad. Y estima que Garzón trataba de garantizar los derechos de las víctimas, lo que no puede calificarse de actitud prevaricadora.

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