José Luis Moreno demostró ayer que es de los que prefieren el coche para las medias distancias en lugar de arriesgarse a tener que posponer un buen negocio por el retraso de un avión. Así que ayer apareció ante la sede de la Presidencia del Gobierno a bordo de un Bentley, un caro coche de lujo inglés -en la imagen-, que permaneció aparcado varias horas frente al edificio entre los coches oficiales de alta gama que los miembros del Ejecutivo tienen a su disposición.