Oviedo,

Marta PÉREZ

Un quince por ciento de las parejas en Asturias tiene un problema de esterilidad; algunas buscan la respuesta al sueño de ser padres en los bancos de semen o de óvulos. «Eres joven y los tienes a miles» o «dona el sueño de ser madre» son algunos de los reclamos publicitarios que utilizan las clínicas de reproducción asistida que disponen de bancos de semen y óvulos para atraer a los donantes. Aunque las donaciones son un gesto altruista, las personas que se deciden a donar reciben una compensación económica «por las molestias», que en Asturias asciende a seiscientos euros, tanto para la donación de óvulos como para la de espermatozoides. Las estadísticas de donantes en la región son cada año más significativas. Por ejemplo, los datos de 2009 reflejan un incremento de un quince por ciento en las donaciones de ovocitos en el Principado.

¿Será por la crisis? Sí y no. Carlos García-Ochoa, médico especialista en urología y andrología, es doctor en el Centro de Fecundación in Vitro de Asturias (Cefiva), la única clínica en el Principado con banco de semen y ovocitos. «Supongo que influye todo, la crisis y el boca a boca. Llevamos veinte años de experiencia y las donaciones tienden a subir. Nadie se va a hacer rico por donar, pero está claro que sin la compensación económica pocos serían los donantes, por eso se paga», explica el doctor. El perfil de los donantes asturianos de ovocitos y semen es el de personas jóvenes, entre 20 y 25 años, generalmente estudiantes universitarios, según explica García-Ochoa. «Son gente joven, con compromiso social muy arraigado, muchos pertenecen a organizaciones no gubernamentales y ya son donantes de sangre», asegura el doctor. «En general se trata de gente altruista que ha asumido el acto de donar como algo normal», defiende. Carlos García-Ochoa también matiza que el pago por la donación es algo habitual en todas las clínicas con bancos de semen y ovocitos. «En todas las clínicas se paga, en concepto de molestias, porque la ley no permite el pago en sí por la donación. La compensación económica está claro que es importante», añade Carlos García-Ochoa.

Cefiva realizó el año pasado un total de 75 inseminaciones artificiales con semen de donante y otras 133 gestaciones con donación de óvulos. Las donaciones de semen se mantienen según la tendencia de los últimos años, mientras que son las de óvulos las que han aumentado. En 2008 las donaciones de óvulos en el centro fueron 115.

El uso del semen de donante es más limitado que el de óvulos porque en la mayoría de los casos se puede utilizar el semen del padre gracias a técnicas novedosas como la microinyección espermática, que permite lograr la fecundación con un número mínimo de espermatozoides, según explica Carlos García-Ochoa. La utilización de semen de donante se recomienda en caso de que el varón tenga ausencia de espermatozoides en el tejido testicular, enfermedades de transmisión sexual, incompatibilidad de Rh, que se trate de una mujer sola o de una pareja de mujeres. Por contra, la donación de óvulos está cada vez más demandada y se utiliza más, principalmente por el aumento de edad de las mujeres que necesitan recurrir a jóvenes donantes. Las receptoras de ovocitos son mujeres que no tienen función ovárica por diversas causas: congénitas, fallo ovárico precoz, menopausia, extirpación de los ovarios, por haber sido sometidas a quimioterapia, por ser portadoras de enfermedades congénitas o por haber sufrido repetidos abortos.

Una vez tomada la decisión de donar y pasadas las pruebas exigidas por las clínicas, la donante de óvulos es sometida a una estimulación ovárica. También se realiza la obtención de los ovocitos por medio de la punción ovárica. Una vez obtenidos los ovocitos, el papel de la donante finaliza y comienza el de la receptora. Carlos García-Ochoa explica que ellas lo tienen «más fácil» que ellos, porque en el caso de los donantes de semen tienen que acudir al centro veinte veces, porque el donante tiene que aportar veinte eyaculaciones, una o dos por semana.