Oviedo, Luján PALACIOS

Asturias está viviendo un invierno especialmente crudo, un invierno «como los de antes», pero que nadie se llame a engaño: el cambio climático existe y ya está en marcha. Los meteorólogos y expertos en el clima advierten de que las bajas temperaturas y abundantes precipitaciones invernales de este año se deben interpretar en un marco mucho más global en el que, según sostienen, el calentamiento global es una evidencia que se dejará notar a más largo plazo.

La clave del cambio en el clima se encuentra en períodos mucho más amplios, de 30 años como mínimo, y de manera resumida, los meteorólogos consideran que un invierno más frío de lo habitual no es indicativo de que el calentamiento global se vaya a frenar, ni mucho menos a invertir. Simplemente se trata de un ciclo en el que, por la posición de las masas de aire, entran más borrascas que afectan a la región.

Íñigo Caballero, meteorólogo y responsable de la Agencia Estatal de Meteorología en Asturias, subraya que las bajas temperaturas que se están registrando este año no dejan de ser algo circunstancial. «No tiene por qué marcar tendencia; una cosa son las condiciones meteorológicas de un momento concreto y otra cosa es el clima, que se estudia en series superiores a 30 años». O lo que es lo mismo, «hay inviernos templados, otros más fríos, y lo que se debe analizar es la media», apunta Caballero, quien también tiene en cuenta que el invierno actual no ha terminado, para poder establecer comparaciones con años anteriores.

El meteorólogo Mario Picazo indica, a su vez, que para hablar de cambio climático y calentamiento global se debe analizar la tendencia del clima no a nivel regional, sino «general, tomando como referencia como mínimo los hemisferios». De esta manera, las variaciones y previsiones de futuro se elaborarían con los promedios registrados en toda la tierra, «lo que no quita que en Asturias haga mucho frío en un momento concreto».

Picazo apunta como ejemplo una visita que ha realizado recientemente a un pueblo de Siberia, uno de los puntos más fríos del planeta. «Los lugareños comentaban que los últimos inviernos estaban siendo más templados que en los últimos años». De ahí que la media de toda la tierra, aún con picos en determinados momentos, como en el caso de Asturias este invierno, acabe resultando al final indicativa de que las temperaturas globales están subiendo.

A ello se añade que «los cambios se manifiestan sobre todo en las estaciones intermedias, en otoño y primavera», explica Picazo. En este sentido, los meteorólogos han constatado que el último otoño ha sido más cálido de lo normal. Además, durante el verano también se viene observando que las noches no refrescan tanto como antes, y todo ello suma al global del análisis.

Para David Arango, meteorólogo de la TPA, el hecho de que las temperaturas no hayan pasado de cero durante varios días este año no tiene por qué implicar ningún cambio en las previsiones de que la temperatura global del planeta acabe subiendo sensiblemente a finales de este siglo.

Arango destaca que este año se están registrando varias entradas de aire frío del Norte y Nordeste, pero «no se trata de algo especial», asegura. Más bien «existen numerosos indicadores para saber que hay un cambio climático, aparte de las temperaturas en superficie que son las que nos afectan directamente».

El catedrático de Biología de la Universidad de Oviedo, Ricardo Anadón, responsable del informe sobre el cambio climático en Asturias, destaca que el frío de este año «está dentro de lo normal». «Estamos ante variaciones interanuales que no son indicativas de nada», apunta Anadón, quien recuerda también que el año pasado «fue el tercero más cálido en un siglo, y nevó varias veces».

El meteorólogo José Antonio Maldonado resalta la tendencia de los últimos 40 o 50 años, en la que «las temperaturas están al alza». A pesar de que hay picos, «parece que la previsión es que sigan en esta línea». Según la tesis de Maldonado, sí es cierto que este invierno está siendo excepcional en cuanto a precipitación y temperaturas, y «de seguir así habría que replantearse el futuro del cambio climático, pero cabe pensar que sólo estamos ante un momento puntual dentro de una tendencia más amplia», afirma.

De momento, la inestabilidad se empeña en seguir instalada en Asturias. Meteorología anuncia para hoy temperaturas frescas, que no llegarán a superar los diez grados en buena parte de Asturias, y con la previsión de heladas. Mañana, domingo, un nuevo frente traerá más lluvia. Para no cambiar.

«Hay inviernos más templados y otros más fríos, lo que cuenta es la media»

<Íñigo Caballero >

Meteorólogo

«Los cambios del clima se manifiestan sobre todo en otoño y primavera»

<Mario Picazo >

Meteorólogo

«Las entradas de aire frío del Norte y Nordeste no son algo especial»

<David Arango >

Meteorólogo

«Las temperaturas de este año están dentro de lo normal, no son indicativo de nada»

<Ricardo Anadón >

Catedrático de Ecología

«Pienso que sólo estamos en un momento concreto en una tendencia amplia»

<José Antonio Maldonado >

Meteorólogo