Oviedo,

L. A. VEGA / M. PÉREZ

El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, no es el primero y probablemente tampoco será el último. Antes que él otros políticos y cargos públicos padecieron pitadas, abucheos, insultos e incluso mini secuestros en Asturias. Que se lo digan a Herminio Sastre (PSOE) a quien, en su época de consejero de Medio Ambiente, concretamente en 2002, lo tuvieron retenido durante tres horas en el Connio vecinos afectados por el parque de Fuentes del Narcea; o a Emilio Rodríguez (PP), que, en 1997, se tuvo que atrincherar toda una mañana y parte de la tarde en el Consistorio de Boal. Era director provincial del MEC y medio pueblo, que echaba humo por el anuncio del cierre del Instituto, le esperaba en la puerta con cara de pocos amigos.

Sin remontarse tan atrás en el tiempo, sonados fueron también los encontronazos entre la viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández y los ganaderos. En 2008, Fernández, entonces Consejera del ramo, tuvo que salir de Colunga escoltada por la Guardia Civil tras ser increpada por cuarenta ganaderos. «¡Lárgate con tu Audi!», le gritaron. Mucho más fuertes fueron las palabras que le dirigieron al ex alcalde de Avilés, Santiago Rodríguez Vega (PSOE), en el barrio avilesino de El Pozón. De «jeta» y «chupón» calificaron entonces los vecinos al alcalde por no atender sus quejas. Él replicó que no necesitaba sus votos.

Pero si alguien padeció durante más tiempo -y también con menos humor- una manifestación reiterada de protesta fue el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, con inseparable «amiga» la «Pita Pinta» de la oficialidá. Hubo un tiempo en que allí donde Areces inauguraba algún equipamiento aparecía la gallinácea para chafarle el acto y robarle protagonismo. En los juzgados de Pola de Siero terminaron seis militantes de la Xunta Pola Defensa de la Llingua Asturiana por increpar a Areces en la inauguración del centro de salud de Lugones. También en 2001 Areces sufrió un altercado en el teatro Jovellanos con un joven asturianista que le insultó por el cierre de Radio Sele. «Deténgalo por desacato», dijo Areces a su escolta y el joven acabó en el calabozo. Peor le fue al Presidente cuando era alcalde de Gijón y un «espontáneo» le agredió durante la inauguración del «Elogio del horizonte».

En el ámbito nacional ha sido muy comentada la supuesta agresión a José Bono cuando era ministro de Defensa en una manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en 2005, denuncia que el juez terminó archivando; o las protestas contra el ex ministro de Defensa Federico Trillo por parte de los familiares de las víctimas del «Yak».