Un gondolero gana un buen dinero, vive bien, pero sacarse la licencia y la plaza es algo así como sacarse la carrera de Medicina y el MIR. Adriano, que era profesor de gimnasia, estuvo varios años estudiando hasta conseguir su licencia y su plaza, pero ahora es uno de los 425 gondoleros que transportan a viajeros en Venecia. Eso sí, sólo él es capaz de cambiar el «O sole mio» por el «Asturias, Patria Querida» y sólo él lleva boina calada en invierno cuando hace frío.