Oviedo, R. L. M.

La polémica sobre la incineradora de Serín quedó abierta de forma oficial en 2006, cuando se paralizó la primera tramitación del horno y se decidió abrir un debate social, político e institucional, un proceso que podría quedar zanjado esta semana, probablemente, mañana.

Como si se tratase de un juicio, la incineradora de Serín podría quedar el lunes vista para sentencia, tras reunirse el consejero de Medio Ambiente, Francisco González Buendía, con PP e IU para cuadrar algunos números que todavía tienen que acordar si quieren anunciar que han llegado a una solución de consenso.

Por una parte, habrá que reducir el tamaño del horno para que IU pueda darle luz verde sin tener que sonrojarse, ya que la coalición dice que no quiere que un horno sea el principal elemento en la gestión de residuos, y apuesta por potenciar el reciclaje. Si la incineradora es más pequeña, entonces podría aceptarla. Por otro lado, el PP quiere que le garanticen que los ayuntamientos no tendrán que financiar la obra, una propuesta que el PSOE tendrá que valorar pero que podría aceptar, al igual que se hizo en la mayoría de incineradoras que hay funcionando en España.